Petroleras negocian pagar menos por el crudo: puede haber otra baja de naftas

Petroleras negocian pagar menos por el crudo: puede haber otra baja de naftas

Las productoras denuncian que las refinadoras buscan aplicar una paridad de exportación y utilizar las retenciones como un descuento del 10% en sus compras

 

La baja del precio del petróleo en el mundo ya empieza a generar cortocircuitos entre las empresas productoras y las refinadoras de crudo. La clásica tensión en el sector entre las petroleras no integradas suma ahora un nuevo capítulo.

 

 

 

En concreto, las productoras (un grupo que tiene, entre otras, a compañías como Chevron, Petronas, Sinopec, Vista Oil & Gas, Pluspetrol, Tecpetrol y Wintershall) denuncian que las refinadoras (YPF y Axion, que están integradas -producen y refinan-, pero sobre todo Raízen -que opera la marca Shell- y Trafigura, que solamente venden combustibles sin producir el petróleo en el país) buscan pagarles el petróleo hasta un 10% más barato que la cotización internacional, lo que podría afectar seriamente las inversiones en Vaca Muerta.

 

 

De acuerdo con lo que contaron a El Cronista tres fuentes de las productoras sin contacto entre sí, las refinadoras ofrecieron en estos días a las productoras entre u$s 55 y u$s 57 por barril de petróleo, cuando el Brent, que se negocia en Londres y es la referencia para la plaza local, ronda los u$s 60.

 

 

El crudo que compran las refinadoras se procesa en sus plantas y se convierte en combustibles, lubricantes y otros derivados. La negociación ahora es crucial para definir en las próximas semanas los nuevos precios de las naftas y gasoil en el arranque de 2019.

 

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La queja de las productoras no integradas de petróleo es que hasta hace dos meses, cuando el Brent se disparó hasta los u$s 87 por barril, las refinadoras aplicaban un esquema de paridad de importación (import parity), sin pagarles el precio total a los vendedores de crudo por la imposibilidad de trasladar ese costo a los surtidores. Pero ahora buscan implementar la paridad de exportación (export parity), de manera que descuentan en sus compras las retenciones a las exportaciones ($ 4 por dólar o alrededor de 10,3%, al actual tipo de cambio de $ 38,50).

 

 

"Las refinadoras buscan aprovecharse y capturar la renta de las retenciones, que no son para protegerlas a ellas sino para recaudar. Es bastante injusto", disparó el CEO de una productora que pidió reserva de identidadante la consulta de este diario.

 

 

La comercialización del petróleo el mes pasado estuvo en torno a los u$s 65 por barril, mientras venía cayendo la cotización mundial. Entre mayo y octubre, cuando tanto el precio del crudo como el tipo de cambio aumentaron considerablemente, se generó una brecha que tocó el 30% entre lo que se cobraban los combustibles en los surtidores y su costo real.

 

 

Parte de esa diferencia la tuvieron que enfrentar las productoras, vendiendo a precios más bajos que en un mercado de libre competencia con valores internacionales, mientras que la otra parte la absorbieron las refinadoras, que contabilizan en sus balances millonarias pérdidas por el negocio de vender naftas y gasoil durante este año.

 

 

Ahora el problema es que, una vez cerrada la brecha entre los valores mundiales y lo que se cobra al público en las estaciones de servicio, la utilización por parte de las refinadoras de las retenciones como un descuento adicional al precio internacional deja con poco margen de ganancia a las productoras.

 

 

Según estiman fuentes del sector, algunos proyectos de Vaca Muerta podrían dejar de ser rentables (break even) por debajo de los u$s 50 por barril.

 

 

La fuerte baja de un 30% en dos meses del precio del petróleo también obliga a revisar los planes de inversión; sin ir más lejos, a fines de octubre YPF presentó su plan estratégico 2019-2023, en el que se concentrará más en desarrollar petróleo que en el gas, y ve precios entre u$s 60 y u$s 70 por barril.

 

 

"Con la paridad de exportación, las refinadoras venden sus productos a un equivalente a u$s 60 por barril y los compran con el descuento de 10% de la retención, a u$s 54. Se quedan con la diferencia", se quejó ante este diario el CFO de otra importante productora en Neuquén y Río Negro.

 

 

En la industria petrolera contaron que el Gobierno ya sabe de estos problemas, con lo que se avecina una intensa negociación. Las productoras sostienen que necesitan previsibilidad para invertir más de u$s 1000 millones por año. Las refinadoras, en cambio, dijeron que hay una "exageración" y un "intento de presión" desde el otro lado.

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