Piden que los dejen derrapar por el Cerro de la Gloria

Piden que los dejen derrapar por el Cerro de la Gloria
Cultores del drift trike utilizan las bajadas del cerro para hacer sus pruebas sobre sus triciclos, pero Parques y Zoo les prohibió ensayar allí. Se quedaron sin lugar.
Adolescentes, jóvenes y cuarentones cultores de triciclos de derrape, están pidiendo un espacio para practicar con sus máquinas, ya que les prohibieron ensayar en el Cerro de la Gloria.

Los deportistas, unos 40 en total, utilizan frecuentemente un tramo de la bajada del Cerro de la Gloria para ensayar con sus máquinas, dado que compiten a nivel nacional, pero los guardaparques con jurisdicción en el lugar les impiden los desplazamientos por considerar esa práctica "peligrosa" para quienes la realizan y terceras personas.

Estos muchachos, en general cuentapropistas, empleados de talleres mecánicos y de comercios, y hasta estudiantes, están adheridos hace más de un año al mundo de los drift trikes (triciclos de derrape), como deporte extremo alternativo.

Lo que hacen se denomina drifting, y consiste en derrapar de manera que el vehículo, parecido a un triciclo común, forme un ángulo con la dirección de movimiento.

El medio utilizado es un vehículo de tres ruedas y la gracia de su utilización es disponer de una fuerte pendiente para que el rodado tome velocidad y su tripulante efectúe las maniobras de deslizamiento. Este efecto se logra porque las ruedas traseras tienen poco agarre en el asfalto y por los movimientos que el piloto efectúa con el manubrio.

Los muchachos locales encontraron el escenario perfecto en el descenso del Cerro de la Gloria, más precisamente desde la primera explanada o descanso existente en la subida al histórico lugar.

Pero, desde hace un tiempo, el personal de guardaparques, con apoyo de la policía, está impidiendo los ejercicios de estos pilotos.

Inclusive ayer, les hicieron firmar la constancia de la resolución N° 360, de Parques y Zoológico, que prohíbe terminantemente el desplazamiento de los "trikeros", como se llaman dentro de la jerga del ambiente.

El propio administrador de Parques, Oscar Arancibia, había adelantado a Los Andes, que la restricción dispuesta "es a favor de los que hacen la práctica y de los cientos de particulares que utilizan la zona para hacer deporte o simplemente pasear, porque los desplazamientos pueden causar accidentes por lo pronunciado de la pendiente".

El funcionario añadió que en el Parque (General San Martín), "no tenemos lugares aptos para habilitar el uso de estos triciclos", lo que de alguna manera si consiguieron quienes practican longbord (que son tablas más largas que las del skate), pero que necesitan distancias más reducidas y con pendientes más suaves. A ellos se les dio permiso en la calle Las Vizcacheras, que es paralela hacia el sur de la avenida Libertador.

En tanto, el presidente de la Fundación Vivencias Argentinas, Carlos Pincolini, interpreta que "todos tienen derecho a usar el Parque, pero respetando ciertos parámetros, y en ese caso, la prioridad la tienen los visitantes o deportistas que a pie, corriendo o en bicicleta se desplazan por esos lugares".

Esta ONG efectuó, no hace mucho tiempo, la limpieza de la senda peatonal que une la entrada al Zoológico con la parte más alta del cerro, donde se encuentra el Monumento al Ejército de los Andes.

La posición de los "trikeros", que tienen páginas en la web para difundir su actividad, fue defendida por David Cruz (36, titular de un taller de electricidad del automóvil) y Fernando Cremaschi (45, licenciado en Administración).

Afirman, básicamente, que como otros mendocinos tienen derecho a usar el Parque. "No somos unos 'loquitos' y nos desplazamos con cascos, los triciclos tienen frenos, algunos a disco y otras medidas de seguridad. Competimos a nivel nacional y el circuito elegido es un poco escuela para nuestra actividad porque tiene curvas y contracurvas. Nos parece una prohibición muy dura...".

Es que en realidad realizan bajadas en un sector del cerro y no se encuentran con nadie de frente. El grupo también utilizó alguna vez la pendiente de la ruta 52, que conduce a Villavicencio, pero también allí han sido rechazados. Pero el tramo donde practicaban era de doble sentido de circulación de autos.

La propuesta es que la autoridad competente les autorice uno o dos días de práctica semanal, en horarios menos comprometidos con la visita al cerro, por ejemplo, a partir de las 18 ó 19, y cuando la frecuencia de visitantes disminuye. Eso es lo que le van a pedir a los funcionarios de la Secretaría de Ambiente de la provincia.

Los muchachos dijeron que acatarán la prohibición, pero pidieron a los responsables de la conducción deportiva provincial que analicen su petición y se encuentre una solución. Y señalaron: "Si se apoyan muchas prácticas deportivas en el medio, por qué la nuestra tiene que ser la excepción".

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