La UCR ya piensa en "institucionalizar" Cambiemos para liderar la oposición

La UCR ya piensa en

Plantean la necesidad de un liderazgo "más horizontal" en la coalición. Además, se arrogan el batacazo de Macri en las elecciones del domingo pasado. 

 

La daban por muerta a los 20 días”, recuerda entre risas un importante diputado de la UCR cuando se remonta a los inicios de la coalición parlamentaria Cambiemos que, tras la incorporación de Miguel Ángel Pichetto a mediados de este año, pasó a llamarse Juntos por el Cambio. Así las cosas, ese espacio, en el que por momentos la cuerda se tensó, y hasta se puso en dudas su continuidad, sigue en pie. Y no solo eso: pese a la derrota de Macri en las presidenciales del domingo, logró robustecerse en ambas cámaras.

 

La pregunta que surge es si, después del 10 de diciembre, esa coalición seguirá en pie. Y, si la respuesta es “sí”, de qué manera.

Cambiemos parece haber pasado la primera prueba de fuego: se mantuvo en pie los cuatros años en los que gobernó el PRO. Todo esto, pese a haber atravesado algunos momentos críticos. Como cuando Elisa Carrió (quien dejará su banca en marzo), pese a su reconciliación con el Presidente, no dudó en poner el grito en el cielo cuando el Gobierno intentó nombrar por decreto a Rosenkrantz y Rosatti en la Corte Suprema. O cuando la UCR le puso un freno al Ejecutivo por los aumentos de tarifas implementadas. Más acá en el tiempo, los cortocircuitos fueron incluso más fuertes, cuando se planteó que Macri debería someterse a una interna en las elecciones de este año y hasta cuando sonó el famoso “Plan V” que no fue. Y hasta se hablaba de un Cambiemos sin Macri.

Pero entre las PASO y las elecciones del domingo “pasaron cosas”. Macri remontó en las elecciones, cosechando 2,4 millones más de votos respecto de aquel 11 de agosto y hasta se puso entre signos de preguntas si el actual Presidente seguirá siendo el líder del espacio, una vez que regrese al llano. Incluso, se rumoreó que, en dos años, podría pelear por una banca en la Cámara de Diputados.

“En política, nunca mates a nadie. Es mejor que se muera solo, sino, corrés el riesgo de que viva”, advierte un importante diputado radical, para luego aclarar que “Mauricio Macri ni ha hablado de ser el jefe de la oposición”. Ese mismo dirigente, en cambio, destaca que la atención del jefe de Estado, hoy, está puesta en la transición. “No se repetirá lo que pasó en 2015”, cuando la ex presidenta CFK dejó la presidencia un día antes, en manos de Federico Pinedo, y fue él el encargado de entregarle los atributos presidenciales a Macri el 10 de diciembre.

Además de hacer esta aclaración, un sector del radicalismo se muestra complacido con el batacazo que dieron el domingo: Juntos por el Cambio aumentó la cantidad de votos en 23 de los 24 distritos (la oveja negra fue Santiago del Estero) y consiguió una “derrota digna”.

En el radicalismo se arroga parte de la remontada, destacan que Macri llegó a las PASO con un modelo de campaña basado en las redes y con encuestas que no reflejaban la radiografía de la realidad. Y fueron ellos quienes tomaron las riendas del nuevo esquema, en el que predominaron los actos en la calle, “de cara a la gente”.

De paso, se arrogan parte de este “triunfo” cuando destacan que Macri llegó a las PASO con un modelo de campaña basado en las redes y con encuestas que no reflejaban la radiografía de la realidad. “Le hicieron creer que era el camino correcto”, reprochan hoy. Y fueron ellos quienes tomaron las riendas del nuevo esquema, en el que predominaron los actos en la calle, “de cara a la gente”.

Así, sin decirlo, el radicalismo pone las cartas sobre la mesa e intenta dejar en claro que, a partir del 10 de diciembre, no serán relegados en el Cambiemos que se viene. “Vamos a pensar en otro Cambiemos”, dice el diputado, de cara al 10 de diciembre. Aunque, cuando se le pregunta por las figuras que podrían liderar ese nuevo espacio, aclara que la intención -al menos la suya- es aspirar a un liderazgo más horizontal, algo así como una mesa de coalición en la que los tres espacios (PRO, CC y UCR) tengan representación. Más allá de esta esta afirmación, cuesta creer que figuras de la talla de María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Alfredo Cornejo y Martín Lousteu no quieran ponerse a la cabeza de ese espacio, con el ojo puesto en 2023. 

Ahora bien, ¿qué implica “otro” Cambiemos? El radicalismo –como no podía ser de otra manera- hace hincapié en la necesidad de “institucionalizar” ese espacio, de dejar en claro cuáles son las reglas del juego, y hasta contar con un espacio físico propio. Pero sin que esto signifique el fin de cada partido por separado.    

Cambiemos, ¿se rompe o se dobla?

“Todos hablan de mantener la coalición; nadie planteó algo diferente”, asegura el dirigente radical, por lo que da por descartado, como se especula, que una vez que JxC pase a ser oposición se desintegre. Es más, auguran un buen escenario parlamentario en donde tendrán un rol clave para la aprobación de leyes.

Es que la Cámara de Diputados se caracterizará por contar con dos polos bien marcados (Frente de Todos, que carece de mayoría propia, y Juntos por el Cambio). Con apenas una veintena de diputados en el centro, entre los que se encuentran los miembros de Consenso Federal, a quienes no ven aliándose con el futuro oficialismo. Esto, resumen el dirigente radical, será una “ventaja”. Es que, con esta homogeneidad, “no hay que atender diferentes frentes”.

Ante el poder con el que contará Juntos por el Cambio en Diputados, el importante referente radical aclara que el interbloque no estará para poner palos en la rueda. “Nosotros no vamos a actuar como se actuó con nosotros en estos cuatro años, salvo Sergio Massa al principio”, advierten.

Así, la apuesta del futuro frente opositor será “cuidar” al 40% del electorado que se inclinó por ellos, y que, a la hora de emitir su voto no priorizó la economía.

La incógnita es si habrá lugar para dos figuras que, en 2015, fueron claves en la conformación de Cambiemos. Una de ellas es Elisa Carrió que, pese a que anunció su retiro de la política, sus más cercanos la ponen en duda. Otra figura, que tampoco estará en el recinto pero que también podría posicionarse en el espacio es Emilio Monzó, quien ya baraja algunas estrategias de cara a 2023. 

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