Los pilotos confrontan con el Gobierno y también con Alberto

Los pilotos confrontan con el Gobierno y también con Alberto

El candidato opositor pidió públicamente un “sindicato único” en Aerolíneas. La respuesta fue el anuncio de otro paro.

 

¿El paro que anunciaron los dos gremios de pilotos para este fin de semana es realmente contra Aerolíneas Argentinas y Austral, o contra el gobierno de Mauricio Macri y su política de “cielos abiertos”? Seguramente sí, pero el Gobierno ya no es el único destinatario: de manera implícita, también están planteando su disputa con el candidato opositor, Alberto Fernández.

Durante casi tres meses, los gremios aeronáuticos mantuvieron un deliberado bajo perfil. El último paro importante, antes del del lunes, había sido a comienzos de julio, en vísperas de un fin de semana largo. Habían anunciado un “plan de lucha” contra el Gobierno pero, tras aquella medida de fuerza del 5 de julio, cambiaron los métodos y desplegaron una batería de medidas alternativas: comunicados de prensa, marchas dentro de Aeroparque y hasta comunicados leídos por los altavoces de los aviones. En los días posteriores a las elecciones PASO directamente bajaron el perfil . “A nadie le conviene incendiar la situación más de lo que está”, planteaban en APLA a mediados de agosto, sobre la paritaria sin resolver en Aerolíneas Argentinas.

 

Con esa misma lógica hoy, a tres semanas de las elecciones presidenciales, en los gremios aeronáuticos saben que la paz social le conviene a la fórmula Alberto-Cristina. Y que un paro salvaje, como el que hicieron el lunes y prometen reiterar este fin de semana, le genera más rédito electoral al Gobierno. Es difícil imaginar a los curtidos gremialistas aeronáuticos pisando el palito: Pablo Biró lleva casi 15 años conduciendo APLA, primero como número dos y luego como secretario general. Cristian Erhardt ya había sido titular de UALA, se retiró y fue nuevamente electo secretario general del gremio.

Lo que realmente cambió en los últimos días fue el discurso de Alberto Fernández, quien en las últimas horas les exigió a los gremios aeronáuticos que hagan un ajuste puertas adentro, algo que intentó -sin éxito- Cristina en su gobierno y que Macri ni siquiera intentó hacer. Esta semana, entrevistado en Infobae por Beatriz Sarlo, Fernández planteó la situación de Aerolíneas y sus gremios: “Cada vez que hablo con ellos les digo que hagan el esfuerzo de ser un sindicato único, para empezar a ordenar las cosas. Porque es una empresa con siete sindicatos distintos, que hace muy difícil la negociación”, dijo.

Es verdad que la paritaria de Aerolíneas está vencida, sin que la empresa haya hecho un solo amague por dar un aumento de sueldos (el último fue la suma fija de $5.000, para empleados que ganan menos de $100.000 mensuales). El propio Luis Malvido, titular de Aerolíneas, ha reconocido públicamente que los aumentos otorgados hasta el momento van por debajo de la inflación. Hace ya un año que la política de Malvido consiste en plantarse donde está y esperar a que los gremios hagan su movida. Con esa lógica desactivó la “clausula gatillo” por inflación que había estado vigente en la paritaria anterior y otorgó aumentos salariales por trimestre. El 29 de julio, pocos días antes de las PASO, les comunicó a los gremios que no iba a haber ningún otro aumento. Y desde entonces no se movió un centímetro. De modo que para los gremios, llegar al día límite de la negociación paritaria, sin resultado alguno, era más de lo mismo.

Lo que realmente cambió en las últimas horas es la postura de Alberto Fernández respecto a los gremios aeronáuticos. Y la respuesta de los pilotos fue un viraje hacia el paro, luego de casi tres meses de bajo perfil.

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