En diálogo con NOVA, el secretario administrativo de la CGT, Omar Plaini, compartió: “La CGT definió un plan de lucha que comienza el 7 con una movilización que ya trascendió lo original de la misma, que eran los sectores industriales, luego se sumaron los docentes, las pymes, los movimientos sociales, las empresas recuperadas, las cooperativas genuinas de trabajo y eso nos llevó a hacer una ronda con todos los partidos, PJ, Frente Renovador, radicales, socialistas”.

Y agregó: “Hoy la CGT es la central mayoritaria, reunimos más del 80 por ciento de las organizaciones sindicales confederadas con lo cual es la expresión que va encaminando el reordenamiento del campo nacional y popular y también del peronismo”.

En cuanto a la posibilidad de un paro frente a la negativa del Gobierno, el sindicalista compartió: “Nosotros en el Plan de Lucha establecimos que en la segunda quincena de marzo había un paro con movilización y eso, seguramente, a partir del martes ya el secretariado de la CGT y el triunvirato particular decidirá la fecha”.

“Esto se planteó así porque vemos al Gobierno obstinado con la política que empezó el 10 de diciembre. En principio nuestras acciones eran reivindicatorias, ahora ya son claramente económicas y políticas, porque necesitamos que cambie el rumbo por los miles de despidos y suspensiones que afectan el poder adquisitivo de los salarios”.

Para finalizar, Plaini se refirió a los dichos del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, de que él tendrá la última palabra respecto a la distribución de las obras sociales: “Si lo hizo con alguna intención de extorsionar se equivoca una vez más. El movimiento obrero nunca ha aceptado extorción de ninguna naturaleza, estamos hablando de los recursos genuinos de los trabajadores. Si tuvo alguna otra connotación de carácter político, tampoco a nosotros nos afecta. Me parecen desacertadas las declaraciones del ministro”.

Por su parte, el concejal del FpV-PJ, Gabriel Bruera, aseguró que “la convocatoria de los trabajadores en esta movilización que tiene que ver con hacer reflexionar al Gobierno sobre el camino elegido no es el adecuado, nos obliga, como fieles militantes del campo popular, a estar con ellos en esta movilización que creemos que va a ser histórica y que esperamos que aquellos que pregonan el diálogo sepan escuchar”.

“Puede ser un antes y un después para este Gobierno que esperemos que reflexione, porque ninguna de las movilizaciones son hechas para molestar a nadie, sino que justamente en las familias de los platenses, en este caso, no alcanza y tenemos un Gobierno que lo único que hace es meterle la mano en el bolsillo”.