Mar del Plata, el puerto más caro de la provincia

Mar del Plata, el puerto más caro de la provincia
La disputa entre Contessi y el Consorcio Portuario por el predio y la tarifa que debe pagar el astillero puso en evidencia el oneroso tarifario que aplica la administración en relación a lo que pagan permisionarios en otros puertos. Más cerca de un puerto deportivo que productivo.
Este mes de octubre el Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata aumentó en un 10% el precio de la tarifa del canon que cobra a los distintos permisionarios que ocupan sus instalaciones dentro de la jurisdicción marítima local y le dio mayor sentido a lo que en su momento cuestionó el mismísimo Subsecretario de Puertos y Vías Navegables de la Nación.

Cuando Horacio Tettamanti todavía se encargaba de discutir en persona los incumplimientos a los que había incurrido Terrena SA en el muelle 7 de la Escollera Sur, vociferaba en voz alta que la administración del puerto se parecía más a una inmobiliaria que a una fábrica; que solo se preocupaba de recaudar y no de mejorar la infraestructura para mejorar la logística y el transporte.

Más allá de los incumplimientos del empresario naval ahora convertido en funcionario, los permisionarios del puerto local deben pagar la tarifa más alta de la provincia de Buenos Aires, lo que marca una distorsión sobre el rol que las autoridades portuarias de la Provincia le asignan a la terminal marítima local, más cerca de un puerto deportivo que productivo.

El Decreto 185/07 firmado por Débora Giorgi como ministra de Producción y Felipe Solá como gobernador, estableció un nuevo reglamento de los permisos de usos portuarios, fijó los tarifarios y el tipo de permisionarios de acuerdo a la cercanía con el espejo de agua y el rol que cumplieran dentro de la actividad.

Claro que cada administración podía trasladar los valores fijados en el Decreto o readecuarlos a su realidad productiva. En el caso de Mar del Plata, antes de la asunción de Eduardo Pezzati, los permisionarios recibieron un aumento desproporciado. Luego de seis años, tras el paso de Pezzati y con la llegada de la intervención de Machinandiarena, se mantiene el desequilibrio con frecuentes aumentos de las tarifas.

Todos los astilleros que operan en el puerto de Mar del Plata pagan la Tarifa II. El art. 21 del Decreto establece que la Tarifa II constituye la contraprestación por el derecho de instalar elementos que no correspondan a la explotación comercial de los permisionarios ocupantes de inmuebles y que se utilicen para prestar servicios portuarios.

El valor por metro 2 de la Tarifa II en Mar del Plata, con el 10% del último aumento roza los $5,15. En una recorrida por otros puertos bonaerenses REVISTA PUERTO pudo saber que en Quequén se abona $2,44, en Dock Sud: $1. En Campana: $0,10; San Nicolás: $1,35; Zárate $0,10; La Plata: $1,40.

“Somos conscientes de que es imperioso contar con un reglamento que contemple ajustes periódicos, pero consensuados entre todos los estamentos que formamos parte de este Consorcio; poder que posee este organismo y que indefectiblemente debemos aprovecharlo para no quedar fuera de competencia y desigualdad de condiciones con otros puertos de muchas similitudes con el nuestro”, sostuvieron los permisionarios en una carta que le enviaron a Pezzati en el 2007, luego del tarifazo.

La situación no ha cambiado un ápice en seis años y si bien ha pasado mucha agua bajo el puente y el Directorio conformado por el ex Presidente rápidamente quedó debilitado y fracturado por los conflictos sindicales ocurridos hasta su disolución, ahora ha rebrotado el interés en intentar corregir esta distorsión.

Esta realidad pone de espaldas a las empresas marplatenses que ocupan grandes superficies en relación a puertos como Zárate, Campana, San Nicolás y La Plata. El puerto de Mar del Plata se asemeja a Olivos, San Fernando, San Isidro o Tigre, más deportivos que productivos.

La misiva a Pezzati contenía un cuadro comparativo de lo que pagaba en aquel momento Mar del Plata y dichos puertos deportivos en la Tarifa II. Acá abonaban $2,20. Tigre: $2,50. San Isidro: $2,50. Olivos: $2,50.

Hoy más de la mitad de la dieta que alimenta a la caja de recaudación del Consorcio la aportan los permisionarios pagando el canon. Hace más de un año que no llega un barco portacontenedores que haga un aporte desde las cargas generales y pocos barcos ingresan a repararse por la misma falta de calado.

Cuando Mar del Plata se libere de la trampa de arena será hora de volver a discutir qué puerto se quiere. Si una inmobiliaria o un motor al servicio de la industria y la producción.

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