En plena pandemia, trabajadores de UOCRA tomaron la Regional de Quilmes en reclamo por una nueva intervención

Se trata de la filial que nuclea al gremio de la construcción de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela. Piden que se corra al actual interventor que ocupa el cargo desde la renuncia como Secretario General del cuestionado “Lagarto” Olmedo. Los trabajadores aseguran “nada cambió porque el actual interventor trabaja para Olmedo”.

Este mediodía, en plena pandemia de Covid-19, un centenar de trabajadores de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), irrumpieron en la sede de Matienzo y San Martín en Quilmes, para reclamar por la destitución del actual interventor de la regional Quilmes, Berazategui y Florencio Varela, y que se asigne una nueva conducción.

“Los trabajadores dijimos basta. Queremos que se vaya el actual interventor Miguel Ángel Rojas que fue designado por la central luego que el ‘Lagarto’ Juan Olmedo se vaya porque su socio el ‘Pata’ Medina fue preso. Olmedo tiene muchas denuncias y está impune. Lamentablemente el interventor juega con el ‘Lagarto´. Conseguían trabajos solo a la gente que responde a Olmedo. Si sos delegado de Juan, tenés trabajo, sino, no”, graficó a Data Conurbano uno de los trabajadores nucleados en la Agrupación 22 de Abril que hoy ocupó la sede.

Este trasfondo llegó a su punto culmine hoy, cuando reconocieron desde la sede “no dar a lugar a ningún espacio que no responda a Olmedo”, cuando referentes de la seccional efectuaron una inspección en un lugar de trabajo con presencia de la linea gremial opositora.

“Fue por eso que los desocupados de UOCRA hicieron una agrupación aparte y fueron a reclamar y, como el interventor no da soluciones, entraron al sindicato y lo tomaron para que se hagan cargo las autoridades, que destituyan a Rojas y pongan un interventor real, neutro.”

Sucede que el mandato de la intervención fue prorrogado por otros seis meses de espalda a las agrupaciones bajo la órbita de la regional. Los trabajadores no alineados a estos supuestos acuerdos lograron 1.600 avales para tener entidad ante los reclamos, pero ven que desde la conducción nacional de Gerardo Martínez poco y nada se hace cargo de la filial revoltosa.

“Cuando empezamos a ver que tiraban para el lado de Juan, Fuimos a la UOCRA Central a pedir que hagan algo. Iban a sacarlo pero vino la pandemia de coronavirus. Pero igual renovaron mandato por seis meses más.”

Hoy los trabajadores aseguran que la filial local está acéfala, pero es indudable que la actual intervención no se quedará con los brazos cruzados por lo que hasta que haya una un dictamen desde Central UOCRA, existe “tensa calma”.

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