Tenía un buen argumento: Ctera, el gremio que llevó adelante esta iniciativa denominada “escuela pública itinerante”, no había solicitado el permiso correspondiente. Es probable que Mauricio Macri no quisiera tener a los docentes en el corazón de la Ciudad recordándole todos los días a la población que ganan poco y que además no les quieren dar la polémica paritaria nacional. Al Gobierno le faltó cintura política para evitar que los gremios se recuperaran del fracaso de los paros.

Más allá de las explicaciones que se hayan querido dar sobre el accionar de la fuerza pública, el saldo que quedó de aquellas imágenes del desalojo (en un país con poco apego a la legalidad), fue el de la Policía reprimiendo a un grupo de docentes que, con razón o no, terminaron siendo ante buena parte de la opinión pública las víctimas del enfrentamiento.

Ayer se cumplió una semana de aquella noche evitable. Durante todo el fin de semana extra largo la escuelita de Entre Ríos 50 se convirtió en un polo de atracción, sobre todo para los que votaron a Daniel Scioli en las últimas elecciones. Y tras los dichos de ayer de uno de los jefes de Ctera, Eduardo López, surgió la duda: ¿Los maestros se irán como llegaron el domingo 9 (cuando quisieron) o como el martes 11 (cuando los dejaron)? “Que este gobierno ciego, sordo y mudo pueda escuchar a los maestros, convoque a la paritaria nacional docente y cumpla con la ley. Miren qué poco pedimos los maestros. Esta lucha va a continuar hasta que escuchen nuestros reclamos. El ministro de Educación, Esteban Bullrich, está de vacaciones mientras nosotros estamos acá”, fue una de las frases de la titular de Ctera, Sonia Alesso, desde el nuevo bunker opositor.

Pero el gobierno de Macri está convencido de que no está violando la ley al no convocar a la paritaria nacional. Y está pendiente de la resolución de Cámara sobre el caso, que en primera instancia tuvo un fallo a favor de los docentes. La reunión paritaria que tendrá lugar en la Provincia esta tarde también será clave.

El Gobierno creyó que con los papeles en regla y un plazo estipulado de antemano se garantizaba la legalidad y el compromiso de Ctera de retirar la escuela itinerante en una semana (el próximo miércoles por la mañana). De no haber mediado la legalidad, el riesgo de que esa importante estructura en la plaza del Congreso se volviera la reencarnación de la icónica carpa de Martha Maffei era aún mayor. Aquella comenzó un día cualquiera y se terminó quedandomás de mil días. ¿Ésta? La incógnita empezará a develarse en 48 horas.