La potencia del paro sirvió para aliviar las tensiones internas en la CGT

La potencia del paro sirvió para aliviar las tensiones internas en la CGT

Los sindicalistas Buscaron mostrar una imagen de unidad a pesar de las diferencias. K, dialoguistas y los más duros, sentados en la misma mesa. 

Tal vez en la respuesta que dio Héctor Daer a la pregunta de un periodista respecto a los dichos de Juan José Campanella está el perfume de triunfalismo que se olió ayer en Azopardo. El cineasta había tuiteado el martes: "Un respetuoso desafío a la CGT: "¿Si hubiera transportes a ver cuál sería el verdadero acatamiento al paro? Ya sé, no sé nada de política". El triunviro contestó arrancando el aplauso de la tribuna: "Se ve que miró la película equivocada".

 

Aunque el camino al paro dejó varias esquirlas marcadas, como quedaron en evidencia las divisiones entre Pablo Moyano y Francisco "Barba" Gutiérrez como así también la brecha entre sectores más dialoguistas, encarnado en "Los Gordos", con otros rupturistas, lo cierto es que ayer no había hendija de divisiones. La celebración del éxito del paro estuvo por encima de todo: "La CGT está sólida más allá de las múltiples miradas que puede haber en un cuerpo tan vasto como este", dijo a Clarín un secretario general.

Como para que a esas palabras no se las lleve el viento, la foto de ayer fue más que elocuente para mostrar armonía. Se sentaron en el salón Felipe Vallese un crisol de secretarios generales: dialoguistas como José Luis Lingeri (Aguas), Gerardo Martínez (UOCRA) y Andrés Rodríguez (UPCN) junto al combativo Moyano. También estaban los kirchneristas Francisco "Barba" Gutiérrez y Víctor Santa María (Porteros), que estuvieron en el escenario que montó la CTA el jueves pasado.

Lo cierto es que el día después ya empezó y la CGT entró en un espiral deliberativo: el horizonte pone en juego tensar más la cuerda o acercar posiciones con el Gobierno. Y esto será por sectores y algunos saldrán más beneficiados que otros. Por ejemplo con las paritarias: gremios de peso y dialoguistas como son UPCN, la UTA y la UOCRA, están en plenas negociaciones. El Gobierno buscará replicar lo acordado en Comercio, es decir un 20% a pagarse en dos cuotas más cláusula gatillo. La UTA podría recibir algún adicional, en concepto de subsidios. ¿Camioneros, siempre proclives a tener acuerdos por sobre la media, seguirá ese camino?

 

El otro frente abierto es el que inauguró el Gobierno luego de la Plaza del #1A: hay una posición más dura hacia los sindicalistas y ya Mauricio Macri dijo que "no hay plan B", rechazando cualquier volantazo a instancias del pedido cegetista de "rectificar la política económica". Por eso desde el Gobierno sostienen que "la CGT quedó debilitada porque necesita crear un enemigo para estar unida".

Todo esto está sazonado por el año electoral en el que todavía el peronismo no le encuentra la vuelta y cada cual, como en el don pirulero, atiende su juego.

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