En medio del récord del riesgo país, el dólar por las nubes, la tasa de interés sobrevolándolo, la caída de las exportaciones, las denuncias de un eventual fraude electoral y la incesante pérdida de confianza de la sociedad en gobierno, hay un dato esencial que los medios no reflejan en su real dimensión: el financiamiento de las elecciones.
Al día de la fecha, el gobierno nacional aún no ha girado los fondos respetivos a los organismos encargados de implementar el proceso electoral. Esta gravísima situación motivó una acordada de emergencia de la Cámara Nacional Electoral, en la que se reclama que las autoridades nacionales subsanen con inmediatez este grave retraso.
Según explicaron los jueces Santiago H. Corcuera y Alberto R. Dalla Via, la Cámara Nacional Electoral debe requerir la asignación y transferencia de dichos fondos al ministerio del Interior, los cuales deben ser girados en tiempo y forma para permitir el apropiado cumplimiento del cronograma electoral. Consultados sobre esta cuestión, varios jueces federales electorales de primera instancia expresaron su preocupación ante la injustificada dilación.
La acordada de la Cámara Nacional Electoral destaca, entre sus párrafos más salientes que el Centro de Información Judicial difundió al respecto la siguiente información: "Dando cuenta del retraso del poder ejecutivo en disponer las transferencias de las partidas necesarias para cada una de las etapas del acto electoral, explica la Cámara que aun cuando la democracia no tiene un valor pecuniario, la realización de elecciones sí tiene un costo económico, que todos los países democráticos deben afrontar".
Adicionalmente se informó que se había realizado en tiempo y forma el requerimiento de las partidas para la inclusión en la ley de Presupuesto para la realización de los debates presidenciales obligatorios, a los fines de “garantizar la neutralidad, imparcialidad e igualdad de condiciones para todos los participantes”. Sin embargo, hasta el presente no han recibido respuesta alguna de las autoridades nacionales.
¿Por qué razón el gobierno nacional dilata el envío de fondos? ¿Se deberá a un faltante de caja, o será parte de alguna de las estrategias dilatorias a las que el gurú presidencial, Jaime Durán Barba, nos tiene acostumbrados?
Para diluir las sospechas, las autoridades deberán dar respuesta inmediata al requerimiento de la Cámara Nacional Electoral. El arca sagrada de la democracia debe quedar a resguardo siempre, y así lo han hecho los gobiernos anteriores. Que no sea otra de las “licencias” que caracterizan a la administración actual.
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