Preservar el Río Mendoza

Preservar el Río Mendoza

La creación del fondo de agua de Mendoza busca trabajar sobre la protección de los recursos hídricos locales.

La preservación de la calidad del agua del principal curso hídrico de la provincia, el río Mendoza, es prioridad, y lo mismo debe ocurrir con los  ríos de las otras cuencas.

En la primera semana de este mes, el Gobierno provincial anunció la creación de un fondo para proteger la calidad del líquido de ese curso, que riega miles de hectáreas cultivadas y que abastece las plantas potabilizadoras para la producción de bebida.

Los Andes sostuvo que “el crecimiento desmedido de los barrios residenciales en zonas del piedemonte y en las áreas aledañas al cauce del Mendoza, así como también de canales y otras zonas de desagüe han traído consecuencias en lo referido al abastecimiento de agua en Mendoza”.

Es que la falta de instalaciones cloacales y de infraestructura adecuada en muchos de estos emprendimientos -que de igual manera se levantaron- lleva a que efluentes contaminados se flirtren en la tierra y contaminen estos cauces en muchos casos. Y este es solo uno de los problemas que merecen particular atención para lograr la sustentabilidad de los recursos hídricos en cantidad, calidad y equitativa distribución.  

Por eso se ha planteado la creación del Fondo del Agua, un convenio público privado que suscribieron empresas que utilizan el agua como materia prima fundamental en sus productos como Danone, Quilmes, Coca Cola y también el Gobierno local, a través de sus organismos con poder de policía en el manejo del agua.

Se daría un paso clave si estos acuerdos llegan a una aplicación práctica y de ahora en más se ejecutan como una política de Estado permanente.  

“El objetivo del fondo es ambiental y de conservación del río, apuntando al uso del recurso sin generar contaminación. Los fondos se destinarán desde actividades culturales hasta obras para reducir el riesgo de contaminación”, destacó el superintendente de Irrigación, Sergio Marinelli, quien agregó que el fondo debe ayudar a la realización de estudios y financiamiento de las actividades para paliar estos problemas.  

Por otra parte, las acciones directas de preservación de la cuenca del río Mendoza, tendrán que remediar los posibles efectos contaminantes de la radicación de barriadas populares a orillas del curso, como ocurre con los asentamientos y villas precarias ubicadas de ese curso o de sus afluentes.

No hay que olvidar que en Mendoza se contabilizan más de 200 de esas barriadas, la mayoría sin cloacas ni desagües sanitarios, que contaminan las capas freáticas y los cursos.

Lo mismo debe destacarse en los conglomerados construidos en el piedemonte. Asimismo debe ser materia de preocupación la zona petroquímica e industrial ubicada al oeste de la ciudad de Luján, donde se ubican la Refinería de YPF y emprendimientos fabriles de distinto tipo. Crear el primer Fondo de Agua en la Argentina, entonces es muy auspicioso.

El argentino Santiago Gowland, directivo de The Nature Conservancy, organización internacional dedicada a la conservación de la biodiversidad y el medio natural, ponderó que se trabaje “con una visión común y sistémica, invirtiendo así en un futuro sustentable para los mendocinos”.

Como la iniciativa apunta a una Mendoza mejor,  se la debe apoyar pero sin dejar de plantear la necesidad de establecer claramente las atribuciones del Fondo, de manera tal que los  organismos provinciales mantengan totalmente su poder de policía del agua .  

Asimismo, habrá que definir muy bien el “mecanismo financiero”, es decir, cuáles serán las fuentes para la formación de fondos y los criterios para definir y operar los proyectos. Esto es importante, ya que la iniciativa podría considerar transacciones de agua que involucren impactos negativos en la distribución del ingreso.

Por ejemplo, hoy existen muchos productores y usuarios que transitoriamente han abandonado su actividad, lo que los hace vulnerables a  presiones por asignar el recurso a otras actividades.

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