Presupuesto, Gabinete y Defensor Ciudadano atados en un mismo “paquete”

Presupuesto, Gabinete y Defensor Ciudadano atados en un mismo “paquete”

En el Palacio Municipal de La Plata hay hermetismo sobre cómo terminará el gabinete del intendente Julio Garro para el arranque de su segunda gestión. Trascendió que tendrá un ala política fuerte, y que habrá más dependencias, pero chicas “para estar mucho más cerca del vecino”. Todo está atado al proyecto del Presupuesto 2020. El Defensor Ciudadano es parte del mismo conjunto de cuestiones por decidir.

No hay nombres colocados en los casilleros que sean de conocimiento público en el gabinete de Julio Garro, aunque el Jefe Comunal ya tendría resuelto gran parte del mismo.

Según trascendió, Garro creará un entorno político fuerte que seguramente girará por las áreas de Gobierno y Jefatura de Gabinete. Además podría crearse una suerte de unidades ejecutoras o agencias para administrar áreas y programas, y así fortalecer vínculos con los vecinos.

El proyecto de Presupuesto 2020 va a tener una relación directa sobre la confección del gabinete, y si bien no hay demasiados trascendidos ya que los indicadores económicos del año próximo son pésimos en la economía Argentina y el cálculo de recursos y gastos se hace sobre esa base, lo cierto es que Garro buscará saldar en parte sus promesas electorales como por ejemplo aplicar más esfuerzos a desarrollos de localidades, y también presentar líneas de incentivos a partir de pequeños créditos que movilicen al aparato productivo y se vaya reduciendo el preocupante 10 por ciento de desocupación.

Si bien en el último año la gestión de Garro se reactivó, siguió presentando dos problemas que no se pudieron resolver, como son la lentitud para operar en casi todas las áreas y la falta de continuidad en programas que aparecieron como aciertos.

En algunas secretarías todo pasó en cámara lenta y en general el gabinete tuvo un rendimiento menor al esperado como producto de los movimientos tardíos que iba dando.

Hubo algunas dependencias que funcionaron bastante bien pero daban para mucho más como por ejemplo Espacios Públicos, en donde una de sus principales funciones es que la Ciudad esté limpia y eso no ocurrió, y la otra es que las plazas y parques estén en correcta presentación, meta que cumplió a medias.

Una situación similar ocurrió en Desarrollo Social, en donde había reiteradas quejas de delegados comunales y de organizaciones no gubernamentales serias, quienes decía que la gestión se inclinó más por una relación punteril con cooperativas identificadas con sectores peronistas que con las reales necesidades del vecino.

El tema de abordar problemáticas sociales es una deuda de la gestión municipal actual, y eso se observa en el día a día pero también en los punzantes estudios periódicos que hace el Observatorio Social de la Universidad Católica de La Plata sobre el nivel de vida de 132.000 personas que viven en 26.500 viviendas de 160 asentamientos. En rigor, la cuestión social en el Gran La Plata hace por lo menos diez años que es un verdadero polvorín sanitario a punto de detonar y se transformó en una deuda de la política e incluso del sistema democrático.

Otra área que no rindió como debiera fue Control Urbano, con reiteradas quejas sobre el tránsito y el transporte público, la falta de campañas viales serias que permitan bajar la cantidad de víctimas anuales, y por otra parte se multiplicaron las quejas de vecinos por ruidos molestos, situación que pone la lupa sobre el manejo de habilitaciones de locales de esparcimiento nocturno y su debido control.

En tanto, a pesar de que la inseguridad ciudadana es un problema serio, la última etapa del primer gobierno de Garro demostró gran esfuerzo para disminuir los índices delictivos, con la puesta en práctica de sistema de policiamiento, la colocación de varios puestos fijos de monitoreo y el desarrollo de mil cámaras con tecnología súper HD más un centro de monitoreo inteligente que lo colocan en una vanguardia continental.

También entre los puntos flojos de la gestión de Garro se encuentra Cultura, en donde tuvo como acierto indiscutido devolver el valor histórico a la República de los Niños, pero en términos generales faltó gestión cultural, sobre todo en lo que tiene que ver con dar oportunidades a grandes valores ciudadanos. Una prueba de ello fueron espectáculos monstruosos con artistas que no representan el sentimiento platense, mientras que se dejó casi en una situación de abandono a movidas importantes y a artistas que se encontraban con un murallón cada vez que debían recurrir al Pasaje Dardo Rocha, por lo que tuvieron que buscar nuevos horizontes. Curiosamente, lo que la gestión cultural de Gustavo Silva no pudo garantizar para referentes locales, sí lo hizo la administración porteña de Horacio Rodríguez Larreta.

En el balance de áreas que pudieron dar más se encuentra Gobierno, cuya función más importante es mantener activa a la veintena de delegaciones municipales, y sin embargo ese punto se transformó en uno de los principales problemas de la gestión de Garro.

Lo propio ocurrió con Salud, en donde su titular, el radical storanista Germán Niedfeld, recibió varios cuestionamientos porque no logró que las pocas funciones que tiene ese área se lleven adelante adecuadamente, y habría cometido algunas torpezas que le pudieron genera un costo político muy alto al intendente Garro si explotaban en la campaña electoral, como algunas quejas vecinales que lo tendrían como punto débil en la convivencia.

Los equilibrios

Hay que ver cómo el intendente termina acomodando en el organigrama comunal varios puntos que tiene para atender, como por ejemplo la "herencia" que le puede mandar la derrotada gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal para "contener funcionarios", y tambíen el juego de equilibrios entre espacios políticos que lo acompañan, como por ejemplo la UCR, varios sectores peronistas que no responden a un mismo mando, los sindicalistas municipales de Darío Alfano, los fragmentos que quedan de la vieja CC ARI, la tropa propia del PRO, y algunos independientes (lo más probable que estos últimos, como siempre, sean la variable de ajuste de la política).

Defensoría Ciudadana

En el medio, la política platense deberá elegir al titular de la Defensoría Ciudadana de La Plata entre 109 postulantes.

Hasta el momento, y después del resultado electoral, las que corren con ventaja son la ex concejal Marcela Farroni y la delegada municipal de Villa Elisa, Virginia Pérez Cattaneo. 

Ambas referentes están vinculadas políticamente al oficialismo comunal. Si bien Farroni estaría un poco más cerca del objetivo, Pérez Cattaneo logró una impresionante cantidad de avales sobre todo de Villa Elisa, cuestión que la hacen muy competitiva.

La figura del Defensor Ciudadano debe ser rediscutida en la Ciudad. Actualmente la Defensoría no tiene gran utilidad para los vecinos como producto de un magro presupuesto, y un marco de funcionamiento que la someten constantemente al poder político.

En rigor, las gestiones que funcionaron fueron la del ex senador Luis Malgamba, y la de la senadora electa, Florencia Barcia. En ambos casos por el esfuerzo personal que ambos le dedicaron al cargo, pero luchando contra la falta de apoyo presupuestario que permita al organismo tener más alcance.

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