Por primera vez desde los '90, el Banco Nación saldrá a emitir bonos en pesos, dólares y UVA

Por primera vez desde los '90, el Banco Nación saldrá a emitir bonos en pesos, dólares y UVA

Será en el segundo semestre del 2018, en el mercado local y en el exterior

 

Con el objetivo de buscar fondeo para aumentar su financiamiento al sector privado el Banco Nación prepara una emisión de bonos en distintas monedas para el segundo semestre de 2018, en lo que será la vuelta del gigante estatal al mercado de capitales desde la década del 90. En los nuevos títulos, que buscarán colocar tanto en el mercado local como en el exterior, habrá una serie a mediano y otra a largo plazo, estarán nominados en dólares, en pesos, en UVA y hasta emitirán un bono verde, para financiar proyectos sustentables con el medioambiente.

"El año que viene vamos a salir a captar fondos intensamente", sostuvo el presidente de la entidad, Javier González Fraga, en un encuentro con periodistas en el cuarto piso de la casa central. Según adelantó, no sólo saldrán más agresivamente a captar depósitos, sino que planean emitir una serie de bonos tanto en el mercado local como en el exterior.

La colocación se concretará en el segundo semestre de 2018 para no competir en los primeros meses del año con el Ministerio de Finanzas en la búsqueda de fondos y porque el proceso técnico para llevar adelante para la emisión demanda varios meses, ya que el Nación no cotiza en Bolsa, con lo cual no sólo no tienen una nota por parte de una calificadora de riesgo, sino ni siquiera tienen los balances no están auditados, todos procesos que está encarando para salir al mercado.

La inclusión de un bono verde tiene que ver con que el Nación apunta a ser un estandarte de una banca sustentable y como cuenta con una cartera de créditos que califica como "verde", sirven como destino de los fondos captados con esa serie.

"Algunas de las recientes incorporaciones al directorio tienen que ver con este tema", destacó González Fraga, en referencia al nombramiento esta semana de Mariana Triaca -con muchas críticas por ser la hermana del Ministro Jorge Triaca- y de Diego Dequino como nuevos directores. Mariana Triaca, justamente, entró al banco como asesora de Alejandro Henke -que fue director hasta hace un mes- y eran los que realizaron "la hoja de ruta" de esta emisión de bonos, como definió González Fraga. Dequino, por su parte, era director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba y se especializa en mercados financieros.

Asimismo, aprovechó para defender la designación de Triaca como directora, y aseguró no haber recibido ningún llamado oficial para su nombramiento. "De ninguna manera influyó el ministro (Triaca). Fui yo personalmente a ver al ministro de Finanzas, (Luis Caputo), con una lista de nombres que yo mismo había elaborado y entre los cuales se encontraba el de Mariana", explicó.

Todavía queda una silla vacía en el directorio del Nación y González Fraga ya tiene un pensado quién lo ocupará. Si bien no quiso adelantar el nombre, dijo que la futura incorporación es una persona que tiene más de 25 años en créditos hipotecario. "Lo conocí hace dos meses y me sorprendió gratamente", comentó.

Al realizar un balance de gestión al tercer trimestre del año, el titular del Nación destacó que el banco cerrará este año uno de "los mejores de su historia" en términos crediticios, con un nivel de préstamos de 54.000 millones de pesos entre el 1 de julio y el 30 de noviembre, cifra que supera ampliamente los 35.000 millones de pesos proyectados para el período. Además, la entidad lleva otorgadas 13.058 hipotecas por $14.920 millones y espera culminar el año con 21.000 préstamos y desembolsos por $24.000 millones, multiplicando por 6 todo lo ejecutado en 2016. La idea, además, es contar a partir de diciembre con la totalidad del trámite automatizado, al igual que el seguimiento del estado de la solicitud.

Para hacer frente a la mayor demanda de créditos el nación se desprendió de gran parte de las Lebac que tenía en cartera -pasó de $130.000 millones cuando asumió González Fraga a cerca de $35.000 millones. Además, al incrementar con fuerza su financiamiento al sector privado, fue reduciendo su liquidez de más del 50% a menos del 30%.

Para 2018, el desafío que se puso en mente González Fraga es crecer en el segmento de microcréditos. Apoyado en números de RADIM, la Red Argentina de Instituciones de Microcrédito, el presidente del Nación detalló que en el país hay 3,5 millones de emprendedores, de los cuales sólo el 2% (unos 70.000) tienen asistencia bancaria y de esos, el gigante estatal apenas financia a 1.500, tras afianzar sus líneas destinadas a microempresas y emprendedores.

Reestructuración

Como parte de la reestructuración gerencial del banco, González Fraga designó a un nuevo gerente general que por primera vez no proviene de la casa central, sino que hasta ahora se desempeñaba como gerente de la sucursal plaza de mayo. “Es una persona que tiene trato con los clientes, con las empresas. No es que estaba en la casa central mirando papeles”, comentó el presidente del Nación. Además, en paralelo, están acomodando la alta gerencia del banco “a una estructura ordenada”, defi nió. Para eso, contrataron a una consultora que les presentó un informe con el objetivo de lograr una pirámide más lógica de toma de decisiones.

Bajaron la persiana en Panamá, Gran Caymán y cerrarán filiales de mayor peso en el exterior

Después de cerrar este año cinco filiales de poco peso que tenía en el exterior, el Banco Nación se prepara para bajar la persiana en ofi cinas que hoy tienen más relevancia para la presencia de la entidad en otros países.

Por diversos motivos, este año cerraron las sucursales que tenían en Panamá, en Gran Caymán, en Río de Janerio y las oficinas de representación de Caracas y Porto Alegre.

La decisión en el caso de las dos brasileñas pasa por centralizar operaciones en San Pablo, donde ya tienen una sucursal. Las otras tres daban pérdida y no tenían sentido mantenerlas abiertas, según explicó González Fraga. “No luce bien tener sucursal en Gran Caymán, ni en Panamá”, sostuvo.

En Caracas, en tanto, el gerente a cargo huyó, como contó el banquero. La sucursal en Gran Caymán era usada durante el cepo cambiario para pagar a funcionarios en el exterior.

“Los próximos cierres son más significativos”, adelantó. Hoy el banco tiene sucursales en Nueva York -“la joya de la corona”, según González Fraga-, en Madrid, en Pekín, en Santiago de Chile y en Montevideo, entre otras filiales.

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