En la primera semana de la cuarentena se perdieron 30.000 empleos registrados

En la primera semana de la cuarentena se perdieron 30.000 empleos registrados

Trabajo difundió datos oficiales de la Encuesta Indicadores Laborales; los números de eses mes reflejan una caída en las contrataciones más que los despidos

 

 

Desde el 20 de marzo hasta el final de ese mes se perdieron 30.000 empleos registrados. Es la simple deducción que surge del informe que destacó este martes el ministerio de Trabajo de la Nación para el primer tramo del aislamiento social obligatorio por el coronavirus. La base de datos oficiales como fuente y la comparación al peor tramo del mismo mes que remite a 2003 completan un escenario dantesco para la dinámica laboral. 

La multiplicación de que por cada empleo registrado hay de 3 a 5 en negro que también se detonan, como que también resta contabilizar abril y las jornadas del corriente permiten vislumbrar como señaló BAE Negocios que lo peor en materia de trabajo "todavía no pasó".

Dato vinculante es que la cartera laboral habilitó el Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria (SECLO) con "una modalidad virtual para sus procedimientos" en el contexto de la emergencia sanitaria bajo el Covid-19" (ver nota aparte).

Con respecto a marzo, Trabajo reseñó desde la información de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) un escenario desfavorable y el futuro de incertidumbre a pleno, "el nivel de empleo registrado del sector privado tuvo una caída de 0,5% en relación al mes anterior. Esta es la mayor contracción mensual de los meses de marzo desde el año 2002. En marzo de 2009, con la crisis internacional como escenario se registró una caída similar, apenas menor a la actual".  

Analistas de la dinámica del trabajo, economistas y abogados laboralistas consultados por ese diario coincidieron en apuntar que incluso antes de la pandemia, en no pocos sectores ya daban síntomas de merma de actividad. Más allá de eso el ministerio que encabeza Claudio Moroni remarcó que "no existen dudas que el Covid-19 impactó en las decisiones empresarias de contratación de personal".

"La caída del empleo formal no se debe al incremento de las desvinculaciones ni al crecimiento de los despidos, sino a la contracción de las incorporaciones de personal. En efecto, la tasa de tasa de entrada registró el nivel más bajo de los meses de marzo de los últimos 18 años (1,4), y fue la primera vez, desde entonces, que el nivel de incorporaciones de marzo resulta inferior al de febrero", destacó el informe oficial.  

Lo peor todavía no pasó, se insiste en la Casa Rosada, las cámaras empresarias y sindicatos. Para abril, las expectativas netas de aumento de personal ofrecen como dato severísimo un -6,5%. Ya es anécdota incluso la leve recuperación de contratación formal. Allí se incluye que en febrero, sobre datos del SIPA hubo estabilidad e incluso para las empresas privadas un crecimiento de 0,2%, número que de contraste positivo a los últimos cuatro años.

Trabajo remarcó también que por el escenario de estas horas, el Gobierno decidió avanzar hacia la tercera etapa de cuarentena focalizada, con la reapertura de actividades, en zonas sin alto riesgo "una manera de comenzar a revertir progresivamente el complejo contexto actual que atraviesa la economía".

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