No prosperó un plan de Moyano para poner un pie en la Anses

Apoyó a una lista opositora, pero no fue avalada por Tomada; puja con Recalde
Sin éxito, Hugo Moyano intentó poner un pie en la Anses , un organismo que administra una de las cajas estatales más simbólicas y millonarias. El jefe de los camioneros impulsó a una lista opositora para quedarse con la conducción de uno de los cuatro sindicatos que pugnan por la representación de unos 18.000 empleados.

El plan de Moyano se frustró ayer casi por completo ante la intervención del Ministerio de Trabajo, que encabeza Carlos Tomada. A través de la directora de Asociaciones Sindicales, Elena Otaola, el Gobierno declaró "la ineficacia jurídica de la pseudoasamblea" del sector de la Anses que comulga con el moyanismo. Y a su vez la funcionaria bendijo como "única y legítima" a la junta electoral que se eligió en la asamblea de la tropa oficialista, que se reivindica kirchnerista.

La nueva pulseada entre Moyano y la Casa Rosada se dio en el Sindicato de Empleados de la Ex Caja de Subsidios Familiares para el Personal de la Industria (Secasfpi). Se trata de un gremio de unos 3000 afiliados. El Secasfpi disputa el encuadramiento de los trabajadores de la Anses con ATE, UPCN y la Asociación del Personal de los Organismos de Previsión Social (Apops), que es el mayoritario y que está agrupado en la CGT opositora, aunque con una postura "más independiente".

El choque por la validez de las elecciones del Secasfpi también volvió a enfrentar a Moyano con Héctor Recalde, el ex asesor legal de la CGT y diputado nacional kirchnerista. Los abogados Juan Manuel Martínez Chas y Hugo Moyano (h.) patrocinan al sector opositor, encabezado por Walter Vázquez, actual número dos del gremio. Mientras que al bastión oficialista, liderado por el actual secretario general, Carlos Ortega, lo defiende el estudio jurídico de Recalde.

La ruptura entre Ortega y Vázquez en la cúpula del Secasfpi se dio en sintonía con el quiebre de la alianza de Moyano con el kirchnerismo. Desde entonces, Ortega se alineó a la CGT oficialista de Antonio Caló y dice ser "un referente alineado con la política de transformación que se realiza desde la Casa Rosada". Vázquez, en cambio, se mantuvo en la central moyanista y se ubica hoy en la vereda de enfrente de las políticas oficiales.

La nube de sospecha sobre la validez de las elecciones del Secasfpi sigue creciendo a pesar de la intervención del Ministerio de Trabajo, que desconoce al sector moyanista. El escándalo se originó el 12 de marzo pasado, cuando se celebraron dos asambleas casi en simultáneo.

"Nuestra asamblea se hizo en tiempo y forma, con quórum. Ante la falta del secretario general, que se había retirado, debe dirigir el adjunto, que soy yo. Estuvieron los veedores del Ministerio de Trabajo", dijo Vázquez a LA NACION. Y cuestionó el reciente fallo de la directora de Asociaciones Sindicales: "Otaola tenía ordenes precisas de Tomada".

El oficialista Ortega dio las razones por las que abandonó la asamblea. "Llegaron dos colectivos con camioneros y nos retiramos. Hubo intimidaciones y amenazas", contó a LA NACION. Y le apuntó a Moyano: "Se quiso meter en la Anses por la vía política cuando era afín a Néstor Kirchner. Y ahora lo intentó por la fuerza. Le interesa porque el organismo maneja el 40% del presupuesto nacional".

Para el Ministerio de Trabajo, la pugna sindical está terminada. Reconocerá únicamente la elección que el 4 de junio próximo consagrará al oficialismo. Pero la batalla entre Vázquez y Ortega, que de manera subterránea también enfrenta a Moyano con Recalde, continuará en la Justicia. Vázquez ya dio el primer golpe: denunció a su oponente por enriquecimiento ilícito a costa de su rol en el gremio de la Anses..

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