El gobierno provincial avanzará con la ampliación de la planta depuradora de líquidos cloacales, lo que permitirá frenar el volcado de efluentes crudos en las aguas del río Negro.

El proyecto es una vieja demanda de la ciudad, ya que la contaminación del río impide utilizar la Isla Jordán como balneario. Frenar el vertido de líquidos cloacales sin tratamiento es el primer paso para la recuperación del río negro.

Esto se garantizará con la ampliación de la planta de Cipolletti, que se licitará el 22 de marzo, más las diferentes obras que se ejecutan en otras ciudades ribereñas. Los trabajos generan un impacto social y ambiental inmenso.

La ampliación de la obra en la planta cipoleña se une a proyectos similares en todas las ciudades que vuelcan efluentes crudos al río, con lo que la Provincia se ubicará a la vanguardia en materia ambiental. A través del Plan Castello, hay contemplados nueve planes directores de cloacas y la mayoría evitará el vertido de aguas de cloacas al río, entre ellos los de Viedma, Mainqué y Villa Regina.

En Cipolletti, la obra servirá para que el 100% de los efluentes cloacales tengan tratamiento. La planta actual está funcionando a un 55% de su capacidad, por lo que casi la mitad de los efluentes pasa en forma directa desde la red al curso de agua natural.

Pero además la obra está pensada para dar respuesta por los próximos diez años, porque no solo tratará los residuos actuales sino que además está proyectada para cubrir una población que supere los 128.000 habitantes.

Los trabajos cuentan con un presupuesto superior a los 239 millones de pesos y también contemplan el tratamiento del 100% de los residuos cloacales provenientes de Fernández Oro. Los sobres con las ofertas económicas y técnicas se abrirán el 22 de marzo y la obra se adjudicaría antes del final de ese mes para que comiencen a correr los plazos de ejecución. El objetivo es que funcione en 2020.