Cuando hoy se cumplen diez años de la realización de la consulta popular en Quequén para conocer la opinión de la ciudadanía, se destacó la importancia de ese hecho donde triunfó holgadamente la opción por la autonomía.

Habitantes de la población ribereña recordaron el acontecimiento y coincidieron en la necesidad de continuar bregando para que se disponga la creación de un nuevo distrito, dejándose de pertenecer a Necochea.

De un padrón compuesto por alrededor de 12.000 personas, fueron 3.671 los quequenenses que en esa jornada concurrieron a votar: 3.447 se pronunciaron por la autonomía (93,90%); 198 por seguir en el distrito de Necochea (5,39%) y 23 por retornar al partido de Lobería (0,63%). Hubo tres votos en blanco.

Uno de los aspectos novedosos de esta consulta popular, que no fue vinculante, estuvo dado en que se utilizó el voto electrónico a través de un sencillo sistema de una empresa de telefonía.

Daniel Molina era el intendente municipal por entonces (había asumido hacia fines de 2003) y que fue uno de los impulsores de esta medida, siendo el actual concejal Fernando Kuhn el presidente de la junta electoral que también integraron Ernesto Hesayne, Rosa Lorenzo y Guillermo Zitarrosa.

"Algo extraordinario”

Como un "hecho sumamente importante” calificó a la consulta el dirigente autonomista Abel Agesta, quien pertenece a la Carpa de la Esperanza y a la Asociación Civil Quequén Libre.

"Fue algo extraordinario, más porque en ninguno de los gobiernos democráticos ni siquiera nos habían permitido expresarnos a través del voto popular”, sostuvo.

Recordó que, una vez transcurrida la compulsa, desde la Unión Vecinal de Fomento se conformó un ente para comenzar a canalizar las gestiones y así fue como se plasmó la Comisión Pro-Autonomía. El presidente era Carlos Herrero y había otros dirigentes como Marta Acacio y Pablo Palacios, recayendo la secretaría en el propio Agesta.

"Me moviliza mucho que todavía no se haya respetado la voluntad popular”, señaló.

Agesta, quien dijo llevar precisamente una década de "militancia activa” por el autonomismo, reconoció que "los procesos sociales son lentos y en estos diez años todavía no hemos visto resultados concretos”, aunque advirtió que "la sociedad ha madurado, se está tomando conciencia y también hemos avanzado”.

El dirigente exterioriza su optimismo al mostrarse convencido de "estar en el camino correcto”, al tiempo que interpretó que "esto se debe a que se viene haciendo un buen trabajo”, para admitir que "nos queda por recorrer hasta cristalizar nuestro deseo”.

"Histórica”

Para el actual secretario de la Unión Vecinal de Fomento, Walter Bravo, la consulta popular "fue histórica”, agregando que "se hizo una campaña boca a boca y, además, hay que tener en cuenta que no se trató de una votación obligatoria y que se efectuó sin recursos económicos que algunos sectores a veces utilizan para que se incremente el número de personas que votan”.

Bravo hizo hincapié en que Quequén "es la única ciudad” que está bregando por su autonomía y que cuenta con una consulta popular de esas características.

"Los legisladores, cuando nos han recibido por los trámites que llevamos adelante, tienen en cuenta ese hecho, porque ninguna otra ciudad ha consultado a la población”, apuntó.

Roberto Conti es uno de los vecinos más antiguos que forma parte de esta lucha por la autonomía y, según recordó en esta instancia, contaba con 20 años en 1957 cuando participó de una multitudinaria reunión en la plaza principal, en ese entonces, para dejar de pertenecer a Lobería y pasar a ser un distrito independiente.

Ahora, con 77 años, Conti es uno de los integrantes de la Carpa de la Esperanza y uno de los símbolos de la lucha por la autonomía.

"Pienso que se conseguirá porque se está trabajando muy bien, pero esto es duro y lleva tiempo…”, comentó.

Conti manifiesta sonriendo que "Quequén nació para sufrir, primero con Lobería y después con Necochea”, razón por la cual insistió en la necesidad de ser autónomos. ///