Con rechazo de los gremios, el gobierno nacional decretó un escueto aumento del salario mínimo

Con rechazo de los gremios, el gobierno nacional decretó un escueto aumento del salario mínimo

El sueldo mínimo actual de 8.060 pesos se ajustará en tres tramos: 8.860 a partir del 1º de julio, 9.500 pesos a partir del 1º de enero y 10.000 pesos en julio de 2018. Las centrales obreras rechazaron rotundamente la medida y no descartan nuevas medidas. Además los movimientos sociales también expresaron el desacuerdo con lo dispuesto.

Según los dirigentes de todas las centrales, habrá reuniones de cada una de las conducciones -por separado- en los próximos días y, luego, comenzarán las conversaciones para evaluar "la mejor forma de protesta ante la insensibilidad de patrones y gobierno".

El Gobierno nacional oficializó la suba del 24 por ciento, en tres cuotas, para el salario mínimo, vital y móvil, dispuesto ayer de manera unilateral por el Ministerio de Trabajo, con lo que llegará a los 10.000 pesos en julio del año próximo.

La decisión fue publicada en el Boletín Oficial a través de la Resolución 3-E/2017, que lleva la firma del titular de la cartera laboral, Jorge Triaca.

En tanto, el seguro de desempleo, que hoy se ubica en los 3.000 pesos, se incrementará en el mismo porcentaje que el salario mínimo, con lo que se ubicará en los 3.721,65 pesos desde el 1 de julio de 2018.

Ayer, ante la falta de acuerdo entre representantes de los sectores empresariales y sindicales, el ministro Triaca determinó el incremento del salario a través del recurso de laudo, algo que no ocurría desde 2004, cuando se retomaron las negociaciones a través del Consejo del Salario.

Según detalla la resolución, el salario mínimo actual de 8.060 pesos se ajustará en tres tramos: 8.860 a partir del 1º de julio, 9.500 pesos a partir del 1º de enero y 10.000 pesos en julio de 2018.

En tanto, el seguro de desempleo subirá a 3.297,60 pesos desde el mes próximo; a 3.535,68 en enero de 2018 hasta llegar a los 3.721,65 pesos en julio de 2018.

La suba de 24 por ciento fijada es superior a la pretensión inicial del gobierno, que impulsaba un ajuste cercano al 20 por ciento, en línea con el valor de la mayoría de las negociaciones paritarias cerradas con gremios significativos como Comercio, UOCRA y estatales.

El integrante de la delegación de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) y dirigente docente bonaerense, Roberto Baradel, afirmó hoy a Télam que las tres centrales rechazaron la propuesta empresaria de un 20,3% en tres tramos (julio de 2017, enero y julio de 2018), y aseguró que "el gobierno nacional fijará por decreto el ingreso por primera vez, pero no superará el 20 por ciento", por lo que adelantó que "se evaluará una protesta".

La CGT y ambas CTA rechazaron de forma total "la propuesta", por lo que el encuentro concluyó casi de manera intempestiva.

Esta es la primera vez en la historia desde la creación del organismo que gremialistas y empresarios no alcanzan un acuerdo.

Pablo Micheli, jefe de la Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA), evaluó que "la propuesta fue una verdadera vergüenza" y confirmó que "es hora de evaluar una protesta nacional y paros entre todos los sindicatos".

Baradel subrayó que de ninguna manera habrá "una nueva convocatoria para continuar la reunión plenaria" y explicó que de acuerdo con los mecanismos determinados por el organismo "las conversaciones informales para alcanzar consenso se realizaron durante toda la mañana en la Comisión del Salario Mínimo".

"Por lo tanto, no había esta tarde resquicio alguno para continuar la informalidad. Las centrales propusieron elevar el mínimo a 15.000 pesos, teniendo en cuenta el valor de los productos de la canasta básica alimentaria y, los patrones, ofertaron por contrapartida un 20,3 por ciento en tres cuotas, que recién terminaría de abonarse en julio de 2018. No tenía más sentido ese encuentro. Allí concluyó", puntualizó Baradel a esta agencia.

Otro de los protagonistas, Claudio Marín (secretario Gremial de la CTA y adjunto de la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos -FOETRA Buenos Aires-) rechazó "el comportamiento empresario y las coincidencias sutiles del gobierno con una propuesta irrisoria".

"Era inaceptable. La CGT también la rechazó de plano. Nadie puede vivir ya en esta Argentina bajo la línea de la pobreza", afirmó.

Marín integró la delegación de la CTA Yasky -quien no participó por haber viajado a un Congreso en Roma- junto con Baradel, Pedro Wasiejko (neumático) y Edgardo Llano (personal aeronáutico), en tanto Micheli fue acompañado por Hugo Blasco y Cristina Chiste.

Según los dirigentes de todas las centrales, habrá reuniones de cada una de las conducciones -por separado- en los próximos días y, luego, comenzarán las conversaciones para evaluar "la mejor forma de protesta ante la insensibilidad de patrones y gobierno".

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