La CGT recibe a Lagarde con críticas y amenazas: "El conflicto será infinito"

La CGT recibe a Lagarde con críticas y amenazas:

Entre los sindicatos, el Fondo Monetario Internacional ( FMI ) remite a las peores pesadillas y es casi una mala palabra. El acuerdo sellado entre el organismo y el Gobierno, incluso, fue uno de los detonantes que empujó a la CGT a avanzar en el paro general que se concretó el 25 del mes pasado.

 

Hoy, a tres semanas de la huelga, la CGT reforzó su postura de rechazo al desembarco del organismo y al rumbo económico de la gestión de Mauricio Macri con un mensaje dirigido a Christine Lagarde , la fracensa que preside el FMI y que llegará mañana a Buenos Aires.

"No habrá consenso social para la llegada del FMI y abrirá conflictos infinitos en un país que ya está paralizado y en recesión", advirtió Juan Carlos Schmid, uno de los integrantes del triunvirato de mando de la CGT. La amenaza se hizo desde la sede de la CGT junto con los otros jefes, Héctor Daer y Carlos Acuña, y el resto del consejo directivo. Todos, de manera unánime, caminaron con pies de plomo sobre el plan de ajuste que ideó el Gobierno y advirtieron sobre una posible escalada de conflictos.

"Si cuando el año pasado se reformó el sistema previsional, que contemplaba un ajuste de entre 70 y 100 mil millones de pesos, hubo un escándalo, con conflictos en las calles, creo que ahora será peor, ya que se prevé un recorte de 300 mil millones de pesos. Percibo un escenario de mucho conflicto", dijo Schmid.

Desde la cúpula de la CGT descartaron un encuentro con Lagarde durante el fin de semana. "No está previsto y tampoco lo hemos solicitado", aseguró Daer a LA NACION. Y reiteró el mensaje que bajó desde la central obrera: "Rechazamos ir a un ajuste imposible. No hay posibilidades materiales, físicas y económicas para llevar adelante este ajuste. Pero el culpable no es el Fondo, sino el Gobierno, que fue a pedir ayuda afuera por errores propios, como el endeudamiento y la alta inflación. Los momentos de crisis se van a profundizar en los próximos meses".

Acuña acusó al Gobierno de "mentiroso y no tener un horizonte económico" y dijo que después del ajuste, "vendrán por los convenios colectivos y las obras sociales". Y pidió un acuerdo político con el resto de los sectores.

Contacto con el FMI

A pesar del estigma de la crisis de 2001 que todavía está latente entre los gremios y de la desconfianza que aún genera el desembarco del organismo en el país, se abrió a fines de junio un inusual canal de comunicación entre la CGT y el FMI. A través de una teleconferencia, charlaron durante 25 minutos el triunvirato de mando más Gerardo Martínez, jefe de la Uocra, y Claudio Lozano, de la CTA Autónoma, con Alejandro Werner, director del Departamento de las Américas, y Roberto Cardarelli, el jefe de la misión para nuestro país. Acordaron un encuentro cara a cara para fines de septiembre, cuando otra misión del organismo pise Buenos Aires.

Durante la teleconferencia, los representantes del Fondo intentaron mostrarse flexibles y moderados, y prometieron contención para los sectores más postergados. Sin embargo, en la CGT descreen de ese cambio de piel. "Podremos sentarnos a charlar con el FMI, pero la postura no va a cambiar. Es una burla decir que cambió el fondo y que ahora es bueno: tiene recetas ortodoxas que la CGT rechaza", señaló un jerárquico de la central obrera.

 

Para los gremios, el ajuste que pide el FMI es "imposible" y pronostican una escalada de protestas Fuente: LA NACION - Crédito: Ricardo Pristupluk

 

La llegada de Largarde al país no solo coincidirá con el mensaje de rechazo de la CGT. Habrá también algunos conflictos callejeros en su punto de ebullción. Es probable que el viernes el Puerto de Buenos Aires se paralice por el inminente despido de 120 trabajadores y que broten protestas aisladas en las dependencias estatales por el recorte en la administración pública. Ambos conflictos tocan de cerca a dos de los tres jefes de la CGT.

Con la escenificación pública de su rechazo al FMI, el triunvirato de mando busca mostrarse activo y con la guardia en alto tras lograr frenar el recambio de autoridades que estaba previsto para el 22 de agosto. Recién al cierre del mes próximo habría un plenario de secretarios generales en el que se legitimaría la continuidad de los tres jefes hasta fin de año y se reactivaría un nuevo plan de lucha, en el que ya hay sectores que presionan para activar un nuevo paro general. "Para dar ese paso todavía falta, pero la mayoría de los gremios estamos viendo que la conflictividad va a crecer", advirtió otro referente de la central gremial peronista.

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