Como a cado acto al que suele acudir, la expresidenta Cristina Fernández recibe cientos de regalos de dirigentes políticos pero también de militantes que consiguen acercarse a ella. En Merlo, este sábado, no fue la excepción, pero hubo uno que en particular llamó la atención: una maqueta de colectivo.

Se trata de una réplica miniatura de la línea 165 de colectivos enviada por los trabajadores de la empresa, que se encuentran en medio de una incertidumbre laboral. La firma dejó de funcionar por falta de unidades a mediados de marzo. 

La línea 165, controlada por la compañía Expreso Lomas, presta el servicio entre Plaza Miserere y Monte Grande. Su servicio resultó afectado cuando varios vehículos se rompieron y no aparecieron los respuestos necesarios para la reparación. La caída del servicio impacta en unos 50 mil pasajeros.

La suspensión de la línea 165 se sumó a las líneas 112 y 243 de la misma compañía, que ya no funcionan. Los trabajadores buscan una respuesta de la Justicia para recuperar sus puestos.

Este sábado, en medio de la primera presentación pública de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner como binomio presidencial, el titular del PJ bonaerense y también intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, le entregó la maqueta realizada por los trabajadores. Explicó que  hace 40 días que no trabajan y corren riesgo 400 empleos.

“Me pidieron especialmente que se las diera porque confían en ellos para dar vuelta esta situación”, sostuvo el jefe comunal en sus redes sociales.

Crisis

Los trabajadores de la línea 165 dieron a conocer el 12 de marzo un comunicado para explicar por la situación que atraviesan e informar oficialmente de la suspensión de los servicios.

“A partir de este momento por falta de unidades queda totalmente parada la empresa, veníamos circulando con el Ramal 1, Monte Grande – Plaza Once, pero solo hasta Estación Lanús, se nos fueron rompiendo las unidades y por falta de repuestos no se pudieron reparar, apelamos a la difusión y a la solidaridad de todos los compañeros para de una vez por todas se termine este conflicto, por la fuente de trabajo de 400 familias y un servicio digno para 50.000 usuarios”, escribieron entonces.

La empresa fue intervenida por la Justicia en 2018, cuando el servicio se interrumpió por varias semanas. En ese momento la falta de combustible derivó en una medida de fuerza realizada por los trabajadores por mejores condiciones a incremento salarial, en medio de  denuncias por vaciamiento.

Las medidas de la Justicia permitieron que la empresa volviera a funcionar, aunque en 2019 los problemas volvieron a aparecer. Sin resultados positivos desde que los colectivos dejaron de funcionar en marzo. Los choferes esperan que aparezca ahora un nuevo comprador para la empresa. No tenemos colectivos para trabajar”, remarcó a Inforegión el delegado Hugo Wurtz en marzo.