Reforma laboral: la apuesta del Gobierno para "persuadir" a la CGT

Reforma laboral: la apuesta del Gobierno para

En el Gobierno dicen que no harán grandes concesiones ante los reclamos cegetistas. Y advierten que pueden negociar directo con los gobernadores. 

Mientras la CGT confía en que el Gobierno cederá y aceptará cambios en la reforma laboral, la Casa Rosada se mantiene imperturbable ante el fuerte rechazo que generó en los jefes sindicales al borrador que les presentó el ministro de Trabajo Jorge Triaca; y por ahora no evalúa hacer grandes concesiones en el proyecto y apuesta a negociar directo con los gobernadores

La estrategia oficial, trazada entre el vicejefe de Gabinete Mario Quintana y el propio Triaca, apunta a desgastar a los popes sindicales, a partir del cambio de escenario que dejaron las Legislativas. "Es ahora o nunca", admiten en el Gobierno. Se sustenta no sólo en el resultado electoral, sino también en la cada vez más agudizada crisis del peronismo y en el descrédito que, entienden en el Gobierno, sufrió el sindicalismo en los últimos meses luego de las complicaciones judiciales de algunos dirigentes.

En la práctica, se centra en las dos ventanas de negociación que se presentan para Mauricio Macri: "O negociamos con ellos o con los gobernadores", es la carta que esgrimen en Balcarce 50 para explicar el porqué de tanto optimismo pese al coro de críticas que acumularon de los líderes gremiales.

La cumbre del jueves que el Presidente mantendrá en la Quinta de Olivos con los mandatarios provinciales suma más presión a la CGT.

"Aflojaron el fin de semana, nosotros estamos muy firmes", remarcaron en Trabajo a Clarín, antes de la reunión entre el viceministro Horacio Pitrau y el jefe de Gabinete de Triaca, Ernesto Leguizamón; con los abogados cegetistas.

Aunque sin la presencia de los popes no se esperan definiciones concretas, se trata, al cabo, de la continuidad del diálogo en una negociación en la que por el momento sólo asoma como coincidencia concreta la propuesta para lograr el blanqueo de trabajadores. Y en la que la CGT dice tener discrepancias en casi la mitad de las propuestas. Héctor Daer, quien junto a Juan Carlos Schmid lideró la tropa de la CGT que se reunió el viernes con Triaca, adelantó que hay "algunas cosas que son inclaudicables, como cambiar la filosofía tutorial de la ley laboral" pero que están dispuestos "a conversar" sobre otros puntos.

En el Gobierno confían en que los líderes sindicales "reflexionarán y se abrirán a un debate sensato" pero, al mismo tiempo, se aprestan también a involucrar a los gobernadores en la discusión. "Ellos tienen que ser los primeros en querer que se genere trabajo en sus provincias", argumentaron. La necesidad de los mandatarios de mostrar poder de negociación es una zanahoria que en el prometen Gobierno creen poder usar.

El tema será, inevitablemente, parte de la conversación que Macri mantendrá con ellos el jueves. Cerca del Presidente admiten que igual dependerá de cómo sigan las negociaciones con la CGT. "Si no hay voluntad de los gremios, tal vez lo haya entre los gobernadores", deslizaron.

Un dato: en este tema, a diferencia de otros tiempos, en el Gobierno no hay grieta. Nadie cree que haya necesidad de ceder. "¿Qué van a hacer? ¿Un paro? No tienen caldo de cultivo para hacerlo sin pagar mucho costo", planteó un alto funcionario ante este diario.

La amenaza del Gobierno de negociar directamente con los gobernadores la reforma laboral tiene un costado concreto: muchos legisladores responden a los mandatarios provinciales.

Aunque también es cierto que algunos jefes parlamentarios, como el titular de la bancada del PJ-FpV del Senado, Miguel Pichetto, vienen señalando que no darán la espalda a lo que les plantee la CGT.

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