Regalaron juguetes a los niños de Villa Tranquila

Regalaron juguetes a los niños de Villa Tranquila

Por tercer año consecutivo se hizo presente Papá Noel en la esquina de Sarmiento y Bustamante para regalarles juguetes a los chicos de la Villa del Santuario. La actividad solidaria es iniciativa de la joven Sofía Kotelchuk.

Se realizó una jornada emotiva y loable: Papá Noel repartió juguetes a los niños de la villa.

Son las siete y media de la tarde y hace un calor infernal en la esquina de Sarmiento y Bustamante en la calle.

Los niños empiezan a acercarse tímidamente porque saben que en unos minutos llegará Papá Noel con las bolsas cargadas de juguetes.

Y cuando llega Papá Noel sus manos no dan abasto con el reparto de los juguetes que los chicos se llevan con una sonrisa enorme.

“Está bien hecho esto porque son chicos de una villa que muchas veces no reciben un regalo para el día del niño”, nos comenta Amalia, una mamá.

“Hay muchísimas necesidades en la villa de distinta índole. Ellos están felices. Mis chicos este año no recibieron regalo”, explica.

“¡Qué bueno que esté Papá Noel acá! Es lindo tener un regalo para los chicos. Algunos chicos son pobres, muy pobres”, asegura otra mamá, Carolina.

Y una mujer nos dice que “es muy bueno que hagan esto porque los chicos se ponen muy contentos y saben que Papá Noel existe. Con esto le sacaron una sonrisa a los chicos”.

 

Joven solidaria

La iniciativa de que Papá Noel regalara juguetes a los niños fue de Sofía Kotelchuk, una joven de 19 años que desde hace 3 años desarrolla una campaña solidaria para ayudar a los niños de la villa del Santuario.

Colabora con los chicos y sus familias consiguiéndoles útiles, alimentos y ropa.

“El amor que le tengo a los chicos es enorme”, cuenta a EL NORTE Sofía que se hace tiempo para criar a Santino, su hijo de 2 años, desempeñar su carrera como modelo profesional, trabajar en un comercio céntrico y ayudar a las familias de la Villa Tranquila.

Esta historia se inició desde el momento en que Sofía y su mamá Pocha (que vende bizcochos y pan casero en la costanera) empezaron a ayudar con la comida a una mujer que tiene 5 hijos.

Una mañana llega a la casa de la familia Kotelchuk una niña llamada Priscila agradeciendo la ayuda recibida.

“Ella miraba la habitación de mi bebé que estaba decorada con peluches y cosas así y se puso a llorar y me partió el corazón. Me dijo que lloraba porque su mamá no podía comprar todas esas cosas. Al día siguiente le compré unos muñecos. Fuí a buscarla a la casa y había un montón de nenes. Ahí me empecé a juntar con ellos, a conseguirles ropa, calzados, útiles. Muchas mamás empezaron a acercarse a mi casa buscando comida, leche, pañales, siempre les daba todo”, dice Sofia.

“Yo sentía que tenía que hacer algo por ellos porque los veía todos los días, cuando paso me abrazan, me besan, me dicen señorita Sofi. Yo los amo a estos nenes desde el día que la conocí a Priscila. Así empecé una campaña para conseguirles zapatillas, crocs, ropa. Y les conseguí todo. He pasado noches enteras envolviendo regalos”.

¿Como conseguís que pase todo esto? “Porque uno lo hace desde el alma. La gente siempre me ha ayudado. Los comercios no, ninguno. Me ha ayudado mucha gente humilde. Hay gente muy humilde que me ha entregado donaciones. La gente que menos tiene es la que más da. A los políticos les mandé a todos, ninguno me contestó. Me nace ser así, ayudar, dar una mano. No he estudiado nada. Es innato. Trato de ayudar a todos los niños que lo necesitan. Cuando era chiquita juntaba tapitas para ayudar a una nena con piel de cristal”.

Sofía tiene que terminar la secundaria pero no tiene planeado estudiar algo relacionado con lo social porque “no me quiero meter en la política”. Seguramente estudiará abogacía. “Lo social lo hago de corazón”, asegura.

“Quiero agradecer a Mundo Mágico, al diario EL NORTE, a Aldana y su mamá, las chicas de la verdulería de calle Francia que me ayudaron, Rosa, Magalí, Pamela, Pablo, mi mamá Pocha y a Marcos”.-

Comentá la nota