Desde ayer a la tarde ya no es uno sino que son dos los con­flictos abiertos entre la conducción de la Municipalidad de Córdoba y el Sindicato Único de Obreros y Empleados Municipales (Suoem).

A la oposición original en contra de la creación del flamante Ente de Servicios y Obras Públicas (Esop) se sumó ahora el rechazo total del Suoem a la ordenanza que la bancada radical aprobó el lunes y que dispone la regulación de las asambleas para todos los trabajadores que se desempeñen en el ámbito municipal.

Con este marco de tensión creciente, Rubén Daniele, líder de los estatales capitalinos, encabezará este mediodía una nueva asamblea general en la que insistirá con su idea de impedir el funcionamiento del ente autárquico impulsado por el intendente Ramón Mestre.

La concentración de los municipales está prevista para antes del mediodía. Desde las 9, delegados y trabajadores de todas las reparticiones marcharán desde sus lugares de trabajo hasta la sede del gobierno municipal.

En la práctica, la movida gremial representa otra jornada sin atención para los vecinos, que desde hace cuatro semanas padecen un conflicto que, por las señales emitidas, parece más cerca de agravarse que de encontrar una solución.

Sólo una hora y con permiso

En el oficialismo calificaron de avance la aprobación de la ordenanza que, una vez promulgada y reglamentada, obligará a los delegados del Suoem a pedir autorización ante la Secretaría General para poder realizar reuniones gremiales.

Además, la normativa, considerada por el sindicato como violatoria de los derechos de protesta, limita el tiempo de realización de asambleas y dispone que se desarrollen sólo en la primera o en la última hora de trabajo.

“Se trata de un avance que va en línea con lo que nos reclaman los vecinos, que es darle certidumbre de que habrá atención garantizada en la Municipalidad”, afirmó al respecto el viceintendente y titular hasta ayer del Concejo Deliberante, Marcelo Cossar.

El mestrista, a su vez, criticó la postura de la oposición que no acompañó la iniciativa del Ejecutivo. “Se perdieron la oportunidad de sancionar una ordenanza que goza del mayor de los consensos en la ciudadanía. En estos cuatro años han hecho una oposición salvaje”, cuestionó el radical.

Resistencia

Desde el gremio, Daniele reiteró que la Municipalidad “no puede regular la actividad gremial” y dijo que esa facultad es inherente al ámbito nacional.

“Combatiremos gremial y judicialmente este disparate”, dijo. La asamblea de hoy será 
el primer capítulo de esta re­sistencia.

El abogado del gremio Ro­berto Nájera reforzó la posición del Suoem y dijo que aguardará los próximos pasos del Ejecutivo para realizar una presentación judicial en contra de la ordenanza.

Decididos a poner en práctica la nueva ordenanza, en el Ejecutivo repiten el latiguillo “hora que no se trabaja, hora que no se paga”, una política que hasta aquí no tuvo correlato con la práctica.

“No avanzamos con esto para tenerla guardada en un cajón. El Ejecutivo será muy estricto en el cumplimiento de la ordenanza”, aseveró Cossar quien rechazó los argumentos del gremio respecto a la condición de “inconstitucional” que se le atribuye a la normativa.