La CGT rehusó ir a reunión de gabinetea la espera de respuesta por el bono

La CGT rehusó ir a reunión de gabinetea la espera de respuesta por el bono

Crece el malestar gremial frente a la falta de avances en la negociación con el Ejecutivo por el pago de un plus de fin de año. Piden ser convocados solo si hay respuestas

Los pronunciamientos oficiales buscando bajar la expectativa sindical respecto a los reclamos por el pago de un bono de fin de año para todos los trabajadores comenzó a hacer ruido puertas adentro de a CGT. Y reavivó la presión de los sectores más confrontativos de la central, encabezados por Pablo Moyano, para que el triunvirato de conducción de la central apure la definición de la fecha de un paro nacional.

En medio de ese complejo escenario y ante el creciente malestar gremial por la falta de avances en la negociación por la compensación salarial universal pretendida por la CGT, desde el Gobierno intentaron una gestión para calmar los ánimos. Así, a través del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, se propuso informalmente a Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, los miembros del triunvirato, y a otros dirigentes de la conducción cegetista participar hoy de una reunión ampliada del Gabinete nacional, a la que podría en algún momento sumarse el presidente Mauricio Macri, pero los gremialistas rechazaron la invitación y pidieron ser convocados cuando el Ejecutivo tenga una respuesta concreta sobre el pago del bono de fin de año.

 

 

"Estamos en un cuadro de tensión con el Gobierno con un paro definido al que sólo falta ponerle fecha. Para qué vamos a ir a una reunión en la que se discuta cualquier cosa menos los temas que estamos reclamando", dijo un referente de la central obrera. En tanto, otro gremialista defendió esa decisión al sostener: "No vamos a ser parte de ninguna puesta en escena que quiera armar el Gobierno". En cierta medida, la pretensión oficialista de sumar también al encuentro al jefe de Uatre, Gerónimo Venegas, el principal aliado sindical del macrismo y enfrentado a la conducción cegetista, fue también clave en el rechazo de la central a sumarse a la reunión.

"No pueden equiparar a la CGT con Venegas, les falta un poco de tacto político", se quejó otro gremialista.

 

 

Desde la cúpula de la entidad también deslizaron su rechazo a las versiones que en las últimas horas mencionaron que el Gobierno está analizando un plus de entre $ 500 y $ 700 para jubilados y beneficiarios de planes sociales y que descartaría fijar por decreto el pago de una compensación universal para estatales y trabajadores privados, como pidió la CGT. "Si esos son los números y la decisión no los vamos a aceptar y habrá un paro seguro", anticipó un dirigente de la conducción gremial. Sin embargo, negó que el consejo directivo que se reunirá mañana en la sede de Azopardo vaya a fijar la fecha de esa medida de fuerza sin antes agotar el plazo de negociación acordado con el Gobierno.

 

 

El dirigente salió así al cruce de las declaraciones de Pablo Moyano, número dos de Camioneros y secretario gremial cegetista, que pidió apurar la protesta. El hijo del ex jefe de la central obrera calificó ayer como "una provocación" las declaraciones del ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, negando la posibilidad de un bono para los trabajadores y advirtió que la central obrera tiene que optar entre permitir "el verdugueo del Gobierno" o convocar a una medida de fuerza. "Están viendo dar un bono de $ 500, $ 600. Es una ridiculez, una vergüenza", acusó.

 

 

En tanto, su hermano, el diputado Facundo Moyano advirtió que la cúpula sindical "tendría que poner una postura más dura" en la negociación por el reclamo del bono. "Hay trabajadores que la están pasando mal" por la situación social, subrayó el dirigente.

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