Con el remate de El Dorrego, avanza la especulación inmobiliaria en la ciudad

Con el remate de El Dorrego, avanza la especulación inmobiliaria en la ciudad

La empresa SanCor Seguros se adjudicó el predio por poco más de 20 millones de dólares. Podrá construirse hasta un complejo de viviendas, oficinas y comercios de hasta 10 pisos.

 

Continúa la avanzada del gobierno porteño de desprenderse de sus bienes. Hoy, fue el turno del predio ferial "El Dorrego", del barrio de Colegiales, que fue subastado en apenas 10 minutos por el Banco Ciudad. Si bien había cuatro empresas inscriptas para participar de la puja, sólo dos presentaron ofertas. Finalmente, Sancor Cooperativa de Seguros Limitada se adjudicó el terreno por 20,1 millones de dólares.

Tiempo Argentino consultó al abogado Jonatan Baldiviezo, presidente del Observatorio del Derecho a la Ciudad, quien analizó que esta venta “la demuestra que las concesiones que hace el gobierno porteño de espacios verdes tienen más por objetivo camuflar o tapar el negocio con la tierra pública que dar respuestas a necesidades ambientales y de planificación”.

El lugar en cuestión, donde anualmente se realiza la feria gastronómica Masticar, está delimitado por las calles Zapiola, Concepción Arenal, Freire y la avenida Dorrego. La base de la subasta fue de 15 millones de dólares y se realizó en el auditorio que el Banco Ciudad tiene sobre la calle Esmeralda. En un principio, había cuatro contendientes alistados para competir: además de Sancor, TF Towers, Dorrego CMA y Fideicomiso Dorrego.

Para poder deshacerse de los terrenos, la Legislatura porteña aprobó a fines del año pasado un proyecto enviado por el Ejecutivo. Como trámite previo, unas semanas antes, se había realizado una audiencia pública en la que participaron unos 60 vecinos, de los cuáles apenas 3 estuvieron a favor de la venta del espacio que hace las veces de predio ferial.

En la audiencia se dieron a conocer los dictámenes de las comisiones de Planeamiento Urbano y de Presupuesto, Hacienda, Administración Financiera y Política Tributaria que de manera conjunta declararon al terreno como "innecesario para la gestión del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y autoriza su enajenación en subasta pública".

Los detractores de la venta, por su parte, denunciaron que estaban siendo extorsionados por el gobierno porteño ya que la excusa para desentenderse de las tierras era poder solventar los gastos de la construcción de la Plaza Clemente, ubicada a pocos metros de allí, un histórico reclamo de los vecinos del lugar, una de las zonas con menos espacios verdes de la capital.

Finalmente, la Plaza Clemente, un parque de 7280 metros cuadrados -rodeada por las calles Concepción Arenal, Dorrego, Conde y Enrique Martínez-, fue inaugurada esta semana luego de décadas de espera. De esta manera, el lugar dejó de ser un basurero y se convirtió en un parque de 7280 metros cuadrados. Pero llegar a esa instancia no fue fácil ya que el gobierno porteño se había empecinado en hacer un shopping y un estacionamiento, a pesar de que una Ley de 2007 puntualizaba que el predio debía estar afectado a un espacio público.

¿Más espacios verdes?

De acuerdo al Código de Planeamiento Urbano, de los 33.000 metros cuadrados a desarrollar, el 65% deberá destinarse a espacio verde, mientras que en el 35% restante podrá estar relacionado con la construcción de un complejo de viviendas, oficinas y comercios de hasta 10 pisos. Según se estableció, el comprador del predio está obligado también a construir un estacionamiento subterráneo para 200 vehículos.

Cabe recordar que en El Dorrego actualmente funciona el Distrito Audiovisual, donde se concentran todas las oficinas del gobierno porteño que abordan la industria audiovisual. Por eso, el comprador deberá destinarle 5.000 metros cuadrados para el nuevo Centro Metropolitano Audiovisual, donde se pretende que confluyan también empresas privadas del sector.

Para Baldiviezo “el espacio verde de plaza Clemente y del predio de El Dorrego no llega ni a cubrir la nueva necesidad de espacios verdes que va a generar la llegada de las nuevas familias del edificio que se haga en El Dorrego y del edificio cuya legalidad está cuestionada a dos cuadras de allí en el cañaveral” y añadió: “En conclusión, al finalizar estos emprendimientos inmobiliarios colegiales tendrá menos superficie de espacios verdes por habitante”.

Negocio inmobiliario

El abogado especializado en temas ambientales y urbanos hizo hincapié en la empresa que resultó compradora del terreno. “SanCor no es una desarrolladora inmobiliaria. Sino que compra estos terrenos como instrumento financiero para reserva de valor y luego venta de los mismos más caros. Una clara especulación inmobiliaria”, resumió Baldiviezo, quien argumentó que se trata de “una forma segura de canalizar el ahorro y lograr alta rentabilidad. Es parte de un mercado inmobiliario desregulado de la ciudad que permite estas maniobras especulativas. Y más aún con tierras públicas”.

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