“Fisicamente, se me están agotando las pilas”, afirmó José Narváez, Secretario General de la UTA San Luis, para explicar su alejamiento al gremio de los colectiveros. Pero el Secretario Adjunto de la entidad Adrián Lucero, dijo que su renuncia se debe más a conflictos dentro del gremio y diferencias con la directiva nacional.

En declaraciones a un medio radial, Narváez dijo que su decisión se debía, además de su estado de salud, a la quita de la licencia gremial del Secretario Adjunto Adrián Lucero y el Secretario Gremial Oscar Palacios. Sin embargo, El Diario de la República pudo contactarse con Lucero, quien develó una interna dentro del gremio de los choferes, que se remonta al gran paro de fin de año pasado que se llevó contra las empresas María del Rosario y Sol Bus.

Aparentemente luego de la firma de la conciliación obligatoria a principios de enero, los secretarios Lucero y Palacios vieron que pasado el plazo de 20 días expuesto en el documento nada se resolvió. La conciliación había desactivado un paro que llevaba más de 20 días y que se había originado por el despido de 23 trabajadores de las empresas de transporte interurbano.

En febrero, la promesa de reincorporación de un par de trabajadores y la indemnización del resto, todavía no se había cumplído. La necesidad de más medidas de fuerza por parte del secretario adjunto se hizo latente. Sin embargo Narváez no habría pensado de la misma manera y allí comenzó a marcar distancias con los secretarios que lo acompañaban en la conducción del gremio en la provincia.

Narváez habría seguido la directiva de nivel nacional de no hacer más medidas de fuerza. Y la cúpula de Buenos Aires, con Roberto Fernández a la cabeza, decidió quitarles el permiso gremial a Lucero y Palacios, que implica que los secretarios no pueden ausentarse de sus puestos de trabajo para realizar su actividad gremial. Algo que para Lucero, limitó su actividad como dirigente.

Las distancias se volverían a marcar en el paro general del 6 de abril, al que la UTA nacional adhirió, pero que no fue acatado por los choferes puntanos. “No nos notificaron oficialmente”, justificó Lucero. Este medio consultó si Narváez había ordenado un acatamiento al paro. “Él estaba en Buenos Aires y nunca se contactó con nosotros”, contesto el secretario.

“No puedo hacer declaraciones en este momento. Estoy a la espera de lo que resuelva la directiva nacional”, dijo Narváez, quien no quiso ahondar en la razones de su renuncia, ni tampoco contestar sobre la supuesta interna a la que se refiere Lucero. La próxima semana llamaría a una conferencia de prensa.

Al dia de hoy ambos gremialistas no se hablan y Lucero aseguró que se enteró por los medios de comunicación de la renuncia de su par. Además no descartó que buscará hacerse cargo de la dirigencia, pero apuntó que, dadas las distancias con la UTA nacional, puede que se envié una comisión normalizadora o se designe a otro dirigente.