Con el resultado puesto, la Provincia está dispuesta a fijar el aumento por decreto

Con el resultado puesto, la Provincia está dispuesta a fijar el aumento por decreto

El gobierno de Vidal volvió a ofrecer el 18% de aumento. Los gremios piden una suba del 35%.

Fue casi un trámite porque todas las cartas estaban a la vista y del resultado era sabido. La reunión de la comisión técnica salarial entre provincia y docentes no logró avances concretos y los gremios confirmaron que el lunes 6 y el martes 7 irán al paro.

La provincia volvió a presentar la propuesta de aumento salarial para 2017 que llevó al encuentro anterior con el Frente Gremial: un ajuste del 18% anual, repartido en 4 etapas de 4,5% y ajustable por inflación. Mientras los funcionarios de los ministerios de Economía, Trabajo y Educación exponían los gráficos y los números, en los celulares sonaron las alarmas: Ctera confirmaba una protesta por 48 horas y entonces las clases no comenzarían según el calendario previsto. “Esa determinación transformó en abstracta la negociación”, se quejaron las autoridades. No obstante, concretaron las formalidades que exige la ley de paritarias y las partes se retiraron con un sabor a conflicto que parece irreversible.

Esa oferta había sido rechazada por los sindicatos. El jefe del Suteba, Roberto Baradel exigía un 35% de aumento “para equiparar la pérdida del poder adquisitivo de 2016 y afrontar las expectativas de este año”.

Ayer, la reacción gremial fue inmediata: “Es una propuesta que claramente lleva a la baja del poder de compra de los salarios. Y además, tenemos dudas con la claúsula de ajuste porque el año pasado no cumplieron”, dijo Mirta Petrocini, de la FEB.

Aun después del portazo la provincia no cierra las expectativas. “Vamos a seguir trabajando para buscar el diálogo. Convocaremos todas las veces que sea necesario”, dijo a Clarín el ministro de Economía, Hernán Lacunza. Pero la iniciativa viene con condicionamientos. “Tenemos que encontrar voluntad del otro lado. El paro no puede ser la primera opción en una negociación”, reclamó.

El argumento central del gobierno es que “los maestros nunca pierden”, porque si la inflación supera el 18% se aplica el ajuste automático.

Para los sindicalistas resulta poco atractiva el efecto inmediato: “Son 150 pesos por mes para el maestro de grado”, hizo la cuenta Petrocini.

El sueldo testigo en Provincia está en $9800. Según los registros oficiales, solo el 7% de los educadores tiene ese ingreso. “Hay muchos docentes que tienen más de un cargo. El promedio del sistema es de $15.900” fue la explicación que llevaron los técnicos a la reunión paritaria.

Después de un primer año con inicio normal de actividades en las escuelas bonaerenses, María Eugenia Vidal no podrá repetir en 2017, justo cuando entra en juego también la expectativa política.

La nacionalización de la protesta diluye el impacto del paro en Buenos Aires. No obstante, es una mella en la gestión de la gobernadora. El sistema provincial tiene 4,3 millones de alumnos de los cuales 3,1 van a establecimientos de gestión oficial. Cada punto de aumento en el sueldo de los docentes representa casi $7.000 millones para el presupuesto provincial. De ahí la resistencia de los funcionarios a moverse de la iniciativa que ya aceptaron otros gremios estatales.

En la Gobernación ya evalúan la alternativa de cerrar la paritaria por decreto. Saben que es una solución de corto alcance. Esa no implica que desistan de las medidas de fuerza. Y también suscriben un variante que por ahora resulta lejana: la posibilidad de que un arreglo con los seis gremios provinciales pueda quitar efecto al paro convocado por Cetera. Esa medida, consideran, está tamizada por el color político de la agrupación que asocian directamente con el gobierno que se fue a fines de 2015.

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