Sin demasiado ruido y con pocas nueces se realizará hoy el Comité Central Confederal de la CGT en la sede de La Fraternidad. Será lejos de cualquier posibilidad de medida de fuerza, con la primacía de "dialoguistas", asimilado incluso que "perder por poco" es un cálculo obligado ante una reforma laboral que todos asumen como inminente.

El MASA de Omar Viviani y Sergio Sasia regresa a la mesa con vocación pacificadora

Las presencia de Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo y el retorno a casa del Movimiento de Acción Sindical (MASA) que lideran Omar Viviani (Taxistas) y Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), marcan nota de color para el debate de hoy. "Activar mecanismos de diálogo", son cuatro palabras que se repiten en Azopardo desde la movilización a Plaza de Mayo del 22 de agosto, salvo para la Corriente Federal (CFT) que con Sergio Palazzo (Bancarios) a la cabeza, insiste en la necesidad de confrontar "contra el modelo económigo vigente". Ese sindicato, ayer durante la asunción de su secretariado, emitió un documento precisando que la CGT debe reclamar "el cambio de la política económica, rechazar el ajuste y las reformas negativas para trabajadores y jubilados y defender las fuentes laborales" con "un plan de acción que incluya un paro general y su continuidad" hasta lograr esos objetivos. A la hora de pronósticos y probabilidades algunos jefes sindicales consideraban más cercano que se vuelva a dividir la CGT a que se decida otro paro nacional.

La previa a las elecciones legislativas, que encuentra al secretario gremial de la central y referente camionero Pablo Moyano cosechando alianzas para buscar un frente político en oposición a la fuerza dominante del Gobierno marca que incluso el dirigente transportista y la CFT -en aceitado diálogo- no alcanzan a plasmar tendencia en la CGT para intensificar medida de fuerza.

Incluso las 62 Organizaciones Peronistas, al comando del fallecido Gerónimo "Momo" Venegas en la primera etapa de la administración Cambiemos, se mostraron dispuestas a "consolidar diálogo" si bien no tomarán parte del Confederal. Además de las decisiones surgidas desde la reflexión sindical y política gravitan con intensidad la avanzada del Ejecutivo en su pulseada con los sindicatos. Para ir a hechos cercanos, la fortificación del ministro de Trabajo Jorge Triaca, post marcha del 22/8, vía expulsión de dos funcionarios afines a la CGT, las intervenciones a sindicatos en formatos varios e incluso fallidas, como en el caso de Canillitas, marcaron el escenario.

Ni que hablar de la todavía dinámica desarticulación del imperio Uocra La Plata, a cargo de Juan Pablo "Pata" Medina. El Gobierno se encargó de señalar, desde el mismo Presidente Mauricio Macri que "no hay lugar para las mafias", atenuó algo tan genérica definición en las palabras del Jefe de Estado cuando a fines de la semana pasada en Mendoza consideró que casos como el de Medina "son minoría" en el esquema sindical, pero asestó una postdata en palabras de Jorge Triaca quién reseñó ‘muchos van a tener que dar respuestas a lo que hacen con su conducta gremial’.

La Casa Rosada no tiene dudas de que las estadísticas económicas comienzan a mostrar mejoras y los dirigentes sindicales recibieron el mensaje.