Revuelo en el kirchnerismo por el amateurismo en el día de las PASO

Revuelo en el kirchnerismo por el amateurismo en el día de las PASO

No tuvieron boca de urna y dependieron de los datos del Gobierno, con un panorama incierto hasta la madrugada.

El espacio que lidera Cristina Kirchner atraviesa en estos días un revuelo interno tras el alto grado de amateurismo en las PASO del último domingo, cuando hasta entrada la madrugada del lunes no tenían un panorama claro de cómo había salido la elección.

"No contratamos boca de urna, no se adquirió el servicio en ningún lado, entonces dependimos de los datos oficiales", explicó una fuente de Unidad Ciudadana a LPO y argumentó que la decisión de no adquirir el servicio vino "de arriba", porque su costo es muy alto. 

 

En ese sentido, aseguró que contratar un buen boca de urna cuesta entre 300 y 500 mil pesos. "No estamos en condiciones de pagar eso siendo oposición y decidimos no hacerlo en ningún lado", explicó.

Mientras culpan al Gobierno de 'manipular' el escrutinio y se preparan para una fiscalización más dura, en el kirchnerismo hacen una autocrítica por no haber tenido datos propios

Ahora, mientras culpan al Gobierno de haber"manipulado" la información del escrutinio, también hay algunas quejas internas por no haber podido manejar información certera propia sobre lo que estaba sucediendo, una situación insólita que llevó a que Cristina no pudiera salir a hablar antes de la madrugada. 

En rigor, la ex Presidenta debió esperar hasta las 3.30 AM, cuando la mayoría del electorado dormía, porque recién a esa hora se marcaba una tendencia creciente a su favor y se había achicado el margen con Esteban Bullrich a un número que le permitía poner en duda la victoria de Cambiemos.El malestar viene no haber podido manejar sus propios números: las mesas testigos no les dieron bien y hasta bien entrada la madrugada el panorama era incierto.

Como contó LPO,  la diputada Teresa García, una de las asesoras full time de Cristina, fue la encargada de decir que la fiscalización no estaba sólida. Aunque las denuncias de Unidad Ciudadana se centraron en el escrutinio, reconocen que no quedaron conformes con el trabajo de los fiscales y ya hablan de endurecer la tarea en octubre.

La Primera Sección, donde Cristina terminó sólo unos votos por encima de Bullrich, fue una de las más golpeadas por la demora en cargar telegramas. Hubo muchas mesas de Merlo que se contabilizaron de madrugada y en Moreno el intendente Walter Festa asegura haber perdido 9.000 votos de Unidad Ciudadana. Enfurecidos, los alcaldes ya hablan de mejorar para octubre y hasta de complicar la convivencia con los fiscales de Cambiemos, que suelen ser muy jóvenes y procedentes de la Ciudad de Buenos Aires. 

Como autocrítica y con preocupación siguen sin saber cómo manejar la flojísima fiscalización del interior bonaerense, que concentra sólo 30% del padrón pero Cristina Kirchner se mantuvo en todos los distritos a más de 20 puntos de distancia. 

En paralelo, como contó LPO, en el kirchnerismo apuntan contra el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el bloque de diputados Frente para la Victoria presentó ayer un pedido de interpelación al funcionario por "manipulación y retardamiento" del escrutinio.

 

El diputado nacional del FPV-PJ y apoderado de Unidad Ciudadana, Rodolfo Tailhade, señaló que el propio Director de Asuntos Institucionales del Correo Argentino, Alejandro Tullio, le reconoció a las 5 AM del lunes que la ganadora de la elección en el territorio bonaerense era Cristina.

 

Asimismo, el diputado nacional agregó que Tullio también le adelantó "que iban a cargar un poco más que los escrutinios anteriores y que iban a llegar casi al 97%, cosa que en definitiva no pasó porque si se cargaban hasta el 97 % iba a aparecer Cristina arriba y la orden fue cortar en 95%", precisó.

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