José Rigane, titular del Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata, apuntó contra las políticas del actual gobierno nacional en medio de la “crisis energética” que se vive a nivel nacional y global, además de expresar la necesidad de “generar consensos y movilizaciones populares para recuperar la energía en manos del pueblo argentino y establecer un modelo energético que le sirva a los argentinos para tener una vida digna”.

“Este modelo energético fracasó hace mucho tiempo, cuando se decidió privatizarlo y extranjerizarlo, no es que esto es producto de una coyuntura o surge como consecuencia de un problema climático. Todos los argentinos sabemos que cuando hace frío, calor, llueve o hay sequía, tenemos problemas de energía”, le dijo a “el Retrato…”.

-¿Cuál es la principal preocupación de ahora?

-Que el actual gobierno nacional va en la dirección de profundizar este modelo. Es decir, nos aleja de la posibilidad de recuperar la soberanía energética. Nos aleja de la posibilidad de restablecer el concepto genuino de que la energía es un bien social y derecho humano, que no es una mercancía, por lo tanto, no puede estar en manos del mercado. No se puede seguir sosteniendo que al precio de la garrafa social lo establezca el mercado, porque el Estado debería establecer un precio para los sectores más vulnerables.

-¿Y con respecto al aumento de las tarifas energéticas?

-Está muy claro que nos quieren hacer pagar la crisis energética a los usuarios. Cuando uno pone un ítem como el de cargo fijo, cuando en la provincia de Buenos Aires o Capital Federal la factura se va a incrementar un 300 o 400%, al cargo fijo todos pagamos igual, consumamos más o menos. Eso significa que lo que menos tienen subsidian al que menos tienen. No se paga en función de lo que uno consume. 

“Acá tenemos que debatir a fondo el tema de las tarifas energéticas, cuál es el valor apropiado para sostener el negocio, pero fundamentalmente pedirle a las empresas que cumplan. Las empresas han hecho un dinero cuantioso, girándolo fronteras afuera, y no invirtieron. Entonces, como ellos piensan que la energía es una mercancía, no les importa planificar el futuro”, concluyó.