Rojas y Diez: Cómo será la reacción de la ciudad tras salir a la luz el plan que tienen

Todo está fríamente calculado, nada está librado al azar. La comercialización del Parque Miguel Lillo podrá tener distintos nombres y a dos gremios detrás (UTA de Daniel Domínguez Yelpo y UATRE ahora comandada por Ramón Ayala, también llamados los titiriteros de Arturo y Martín), pero el proyecto existe desde hace años. Está prolijamente estudiado por sectores cercanos al espacio político del extinto Gerónimo Venegas, y hoy adoptado en trazos gruesos por los representantes locales de la alianza Cambiemos. Un negocio redondo. 

 

Quieren volver con las mismas ideas del más rancio neoliberalismo de los ´90. Necochea como una unidad de negocios, antes que una comunidad de ciudadanos que defiende la vida en armonía con el entorno.

En 2013 y 2014 apareció la idea «mágica»: el EMPAR, un proyecto de privatización del Parque Miguel Lillo impulsado por el entonces presidente del HCD, Pablo Aued. El mismo Aued, al año siguiente, fue el candidato a intendente por la alianza Cambiemos y este proyecto estaba y sigue estando en carpeta.

Hoy, en 2019, Aued sigue estando en la mesa chica de decisiones de Cambiemos: es colaborador del actual precandidato a la intendencia el macrista Arturo Rojas negador de Macri y familiar del otro precandidato del sector, Gonzalo Diez. De cara a las elecciones municipales de este año, el programa oculto en caso de acceder al gobierno municipal sigue intacto.

 

 

La urbanización del Parque

El ingeniero Gustavo Galván es uno de los responsables de la elaboración del mencionado proyecto privatizador. Galván fue un activo militante de los equipos técnicos del recordado Gastón Guarracino, sobretodo en la campaña de 2007 para la intendencia local. El polémico proyecto que se debate hoy en día tiene sus raíces en varias de las ideas que se sistematizaron en las comisiones de trabajo de aquella época.

No hay que sorprenderse que el periódico local Ecos Diarios fuera vocero de este proyecto de comercialización del Parque Miguel Lillo. En un artículo del pasado 29 de abril de 2014 titulado “Una Necochea distinta es posible si se urbaniza el Parque”, el ingeniero Gustavo Galván hizo un esbozo de lo que parece ya un plan bien delineado de «intervención» o comercialización sobre el área en cuestión.

Dice el Ecos que «Galván tiene una estrecha relación con el Parque Lillo y la zona costera que lo circunda. En el gobierno de José Antonio Aloisi ocupó el cargo de subsecretario de Planeamiento y Control de Gestión Municipal (entre 1991 y 1994), y llevó adelante la gestión ante el gobierno provincial, para la donación al municipio de las tierras que en su momento le fueran expropiadas a la familia Villa Díaz Vélez, a la vez que tramitó la escrituración de las mismas».

 

 

Haciendo cuentas

Para Gustavo Galván, «el 50,97% de las hectáreas, es decir 327, están sin forestar. Es allí donde hay que avanzar”. Pero no se queda ahí.

El profesional menciona un estudio del Laboratorio de Investigación de Sistemas Ecológicos y Ambientales (Lisea) en el que se señala que (de las hectáreas forestadas) «el 54,49% cuenta con baja calidad silvícola, es decir que son árboles que están por caerse”. La cuenta no es difícil: de la totalidad del Parque, solamente una cuarta parte tiene futuro y para el resto, mejor la comercialización.

Galván también avanza sobre lo que podría hacerse desde un organismo semioficial: un remate público, «una forma de hacerlo lo más transparente posible».

Más números

«El dominio del Parque Miguel Lillo está dividido en cuatro Lote Mar, que abarcan un total de 660 hectáreas. Además de estas áreas se agrega la superficie de 158 hectáreas hacia el Oeste del Parque, no forestadas, que pertenecieran al ex campo de Cipriano» cuenta el artículo.

«El Jardín de Rocas tiene un valor de entre 20 y 25 millones de dólares” dice el ex funcionario y comenta que «hay una zona, antes de llegar al Barrio Médanos, que está deforestada, en la cual se podría poner la mirada”, así como también en el área que está enfrente del Muelle de los Pescadores y el parador Médano Blanco”. «En este último caso la arboleda está a unos 200 metros de la calle y allí se podría generar un sector de desarrollo, con viviendas de baja altura, hermanando el mar con el Parque”, aseguró luego.

Galván reveló que «desde mi época en la gestión pública se que hay inversores dispuestos a apostar a Necochea si se abre esta propuesta, porque no hay tierras en  el litoral costero».

¿Algo más que agregar? Si alguien quería saber cuál es el rostro oculto de algunos de los proyectos políticos vernáculos, basta con abrir los ojos con un poco de suspicacia. En este caso, (sorprendentemente) basta con leer los registros del Ecos Diarios.

Mientras la mansa mayoría de la población se distrae con pavadas, en Necochea hay gente muy preparada, que estudia, planifica y posiblemente pronto lleve adelante lucrativos negocios a partir de los recursos públicos, claro está.

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