A pocos días de las primarias, el bloque K en Diputados sufrió una nueva fuga. Se trata del cordobés Juan Pereyra, otrora intendente de Villa Dolores, quien abandonó el Frente para la Victoria para pasarse a las huestes del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti.

En consonancia con su acercamiento al gobierno mediterráneo, el diputado nacional formalizó su alejamiento del FpV, interbloque que integraba desde que asumió su mandato en diciembre de 2015.

Como consecuencia de los clásicos reacomodamientos preelectorales, el diputado de 'Concertación Forja', espacio enrolado dentro del oficialismo nacional durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, decidió ahora unirse a sus viejos rivales de la política cordobesa.

Pereyra, que accedió por primera vez a la intendencia del municipio de Traslasierra representando a la UCR, se hizo luego radical K, posteriormente kirchnerista a través de Forja, y ahora recaló en Unión por Córdoba, la fuerza con impronta peronista liderada por Schiaretti y José De la Sota.

En su viraje al oficialismo cordobés, quedó virtualmente enfrentado con su hija y sucesora en la intendencia, Gloria Pereyra, quien en los último meses también se distanció del kirchnerismo, aunque en su caso para acercarse a Cambiemos.

En la Cámara de Diputados, con el alejamiento de Pereyra del interbloque K, los diputados fieles a la ex presidenta suman ahora 71 bancas, detrás suyo aparecen el PRO con 41 legisladores y la UCR con 36.