Daniel Scioli anunció hoy que si llega a ser presidente, el actual gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, será su ministro de Interior y Transporte, pese a la resistencia de los gremios del sector.

Scioli confirmó a Urribarri en Montevideo, donde se reunió con el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez. El gobernador llevó a Urribarri al encuentro como en su momento hizo en la reunión con los gremios del sector nucleados en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), lo que encendió las alarmas del gremialismo.

"Vengo con Urribarri porque si llego a la presidencia va a ser mi ministro de Interior y Transporte", afirmó Scioli a la prensa en Uruguay.

De esta manera, el ex motonauta desafió a los gremialistas, que se oponían a la designación de Urribarri como ministro del área porque lo consideran un títere del taxista Omar Viviani, tal como adelantó este medio.

El malestar de los gremios quedó en evidencia luego del anuncio, en las felicitaciones cargadas de advertencias. El titular del gremio de La Fraternidad, Omar Maturano, lo ninguneó afirmando que espera "que Urribarri esté al tanto de la problemática del transporte y que le de a los gremios y a los trabajadores de la actividad la participación que les corresponde", en la solución de los problemas del sector.

La creación de un Ministerio de Transporte y Logística fue uno de los puntos que se trató en la reunión que Scioli mantuvo a mediados de septiembre con los referentes de la CATT, encabezados por Juan Carlos Schmid. Ese día, los sindicalistas quedaron perplejos cuando el gobernador bonaerense llegó al encuentro junto a Urribarri.

En un principio, ninguno entendió el porqué de la presencia del entrerriano, pero con el correr de los días llegaron a la conclusión de que fue enviado en calidad de “comisario político de Omar Viviani”. Viviani es el líder de los taxistas y habría sido el principal sostén financiero de la fallida campaña presidencial de Urribarri.

Viviani lidera un grupo de sindicalistas del transporte cercanos al gobierno y apartado de la CATT. Lo integran Omar “Caballo” Suárez (Somu), Pablo Biró (pilotos, APLA), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), y Marcos Castro (Capitanes de Ultramar). Ese grupo habría presionado fuerte a Scioli para que no se reúna con la CATT. Sin éxito, “la solución” fue mandar a Urribarri.

Viviani apuesta por Urribarri para recuperar poder en el sector gremial. Es que el taxista ha quedado totalmente aislado del operativo de unidad de la CGT, peleado con “Los Gordos”, los llamados independientes, la CATT y también con Hugo Moyano, que todavía le reprocha su “traición”.