El sector industrial, con mayores problemas para evitar despidos

El sector industrial, con mayores problemas para evitar despidos

Se produjeron más de 4000 desvinculaciones desde que se firmó el compromiso de no prescindir de personal hasta marzo próximo

 

 El acuerdo fue "mantener los puestos de trabajo hasta marzo de 2017". Empresarios de la industria, la construcción, el comercio, bancos, la bolsa, el sector rural y alimentación, junto con el Gobierno y sectores sindicales se comprometieron, el 23 de noviembre pasado, a evitar los despidos y suspensiones durante todo el verano. Sin embargo, dos meses después, las cesantías por goteo continúan y algunas áreas, incluso, presentan números alarmantes. El caso emblemático se da en la industria, aunque también hay preocupación en los rubros comercio y alimentos.

De acuerdo con un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el sector industrial representó casi el 90% de las desvinculaciones en diciembre, cuando ya regía el acuerdo. Entre despidos y suspensiones se recortaron 4110 puestos de trabajo durante el mes pasado. A ello, hay que sumar los de este mes: 250 en la empresa Banghó (que ayer a la madrugada acató la conciliación obligatoria y los cesanteados fueron reincorporados temporalmente) y algo menos de 50 en Tandanor.

"El metalúrgico es, por lejos, el sector que peor está y por ahora no vemos una reactivación. Si bien la industria no está aún en una verdadera crisis, se produjeron muchos despidos preventivos, para anticiparse", explicó a LA NACION Hernán Letcher, director de CEPA.

"El anuncio de apertura de importaciones y el hecho de que las computadoras van a costar un 35% menos, nos mató. Hace más de tres meses que la planta de Banghó no produce. Actualmente no hay un sólo producto en Argentina que pueda competir con lo que llega de China", dijo a LA NACION Emiliano Gallo, secretario general de la seccional de Vicente López de la UOM y uno de los que lleva adelante la negociación con la empresa de computadoras.

Daniel Funes de Rioja, presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y vicepresidente de la UIA, dijo a LA NACION que "el pago del bono a fin de año y este pacto dejaron en claro una voluntad empresaria pero no hay una obligación legal".

"Estamos en una utilización de la capacidad industrial del 60% y la crisis de Brasil afecta fuertemente a las automotrices", dijo Funes de Rioja, uno de los que firmó el pacto antidespidos.

"La industria ha hecho sus mejores esfuerzos para mantener el empleo. Ahora el Gobierno debe garantizar la competitividad del trabajo argentino frente al mundo. Hay que tomar medidas para bajar la burocracia, permitir el acceso al crédito e impulsar reformas tributarias", agregó.

Asimismo, de acuerdo al informe del CEPA, el rubro servicios -en el cual el sector comercio y el de alimentos representan el 50%- desvinculó 484 trabajadores en diciembre.

"Despidos hay todos los días. Las grandes cadenas de supermercados son las primeras en echar gente. Además, en el último mes cerraron varios call center", denunció un representante del sindicato de comercio. "Hoy las empresas tienen la venia para despedir", ironizó. Cerca de Rodolfo Daer, del gremio de la Alimentación, aseguraron que no hubo despidos pero sí numerosos retiros voluntarios y una significativa reducción de las jornadas laborales.

En tanto, en el Ministerio de Trabajo indicaron que el hincapié está puesto en el Programa Nacional de Transformación Productiva, que no pretende mantener a cualquier costo a los trabajadores en su puesto, sino ofrecer las correctas indemnizaciones y seguros de desempleo e impulsar al trabajador a reconvertirse y ser absorbido por los sectores que lo precisen.

"Estamos cerca de los trabajadores pero hay que recordar que nosotros vetamos la ley antidespidos. Necesitamos un mercado más dinámico que produzca empleo", señaló una fuente de la cartera de Jorge Triaca .

Dos sectores que sí mantuvieron el acuerdo fueron el campo y la construcción. En el primer caso, el sector de la agricultura, ganadería y silvicultura generó durante octubre alrededor del 50% del total de los trabajos asalariados privados y representan los "brotes verdes" que traccionan el mercado laboral.

La construcción fue el sector más golpeado durante todo el año pasado -se perdieron más de 60.000 puestos-, pero presentó un repunte hacia fin de año. De acuerdo a datos difundidos por el Ministerio de Trabajo, el rubro de los ladrillos cerró en noviembre con 6619 trabajadores más que el mes anterior.

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