Según la OIT, empeora drásticamente la situación de los trabajadores en América Latina

Según la OIT, empeora drásticamente la situación de los trabajadores en América Latina

El informe anual de la OIT marca un aumento abrupto de la desocupación y un deterioro en la calidad del trabajo por el aumento de la informalidad y el trabajo por cuenta propia. Preocupante situación de los jóvenes.

La tasa de desocupación en América Latina y el Caribe llegó a 8,1% en 2016, el nivel más alto en una década, en un contexto de contracción económica que también ha afectado la calidad de los empleos, destacó la OIT al presentar en Lima su informe anual sobre el mercado de trabajo en la región.

Esta tasa es 1,5 puntos porcentuales más alta que la de 2015, cuando fue de 6,6%, e implica que unas cinco millones de personas se incorporaron a las filas del desempleo, que ahora afecta a 25 millones de trabajadores, dice el “Panorama Laboral 2016 de América Latina y el Caribe”.

“El panorama laboral de la región empeoró en el 2016: hay un aumento abrupto de la desocupación, está creciendo la informalidad y bajó la calidad del empleo”, dijo el Director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar. Agregó que al concluir el año se detecta “una preocupante realidad de retrocesos e impactos negativos en múltiples indicadores”.

“Aunque hay importantes diferencias entre países y subregiones, en promedio para la región este es el peor año en una década, tanto en términos de crecimiento económico como en tasa de desempleo”, advirtió Salazar. “La contracción económica redujo la generación de empleo”.

Además destacó que hay preocupación porque si se cumplen las proyecciones de crecimiento lento para 2017, el desempleo aumentará nuevamente el próximo año a 8,4%.

El informe de la OIT destaca que el aumento de la desocupación se ha producido en un contexto de contracción económica de entre -0,6% y -0,9% previsto para 2016 por FMI y CEPAL respectivamente.

En el promedio regional de crecimiento económico se reflejan diversas realidades, destaca el informe, pues coexisten tasas positivas en América Central, Caribe y México, con contracción en América del Sur, y en especial en Brasil, un país donde vive cerca de 40% de la población económicamente activa de toda la región y que influye fuertemente el promedio para América del Sur y para toda la región.

Pero en el caso del desempleo si bien también hay diversas situaciones nacionales, en 2016 se detectó “un fenómeno extendido a nivel regional”, ya que hubo un aumento de la tasa en 13 de los 19 países con datos disponibles al tercer trimestre del año.

El aumento de la desocupación afectó más a las mujeres. El aumento de la tasa de desempleo de las mujeres fue de 1,9 puntos porcentuales con lo cual se ubicó en 9,8%, al borde de los dos dígitos por primera vez en una década.

En el caso de los jóvenes, el Director Regional de la OIT consideró como “sumamente preocupante” el aumento de casi 3 puntos porcentuales que dejo la tasa promedio de desempleo juvenil en 18,3% registrando una vez más la cifra más alta en una década. En este momento el desempleo de los jóvenes es 3,1 veces mayor que el de los adultos mayores de 25 años.

En esta ocasión el informe anual de OIT también incluye los datos de informalidad más recientes. En el 2015, se había registrado una leve alza en la tasa de 46,5% a 46,8%. El informe advierte que esta tendencia al alza de la informalidad continuó en el año 2016.

“Estimamos que en este momento hay unos 134 millones de trabajadores empleados en condiciones de informalidad, un fenómeno persistente en nuestra región que plantea un desafío de grandes dimensiones para los hacedores de políticas”, comentó Juan Chacaltana, especialista regional en empleo de la OIT, quien coordinó la elaboración de este Panorama Laboral 2016.

La OIT dice en el informe que otros indicadores de deterioro en la calidad del empleo son la reducción del empleo asalariado privado, que bajó -0,7 puntos porcentuales en 2016, y el aumento de 0,5 puntos porcentuales en el empleo por cuenta propia, “asociado a condiciones laborales de menor calidad”.

El informe también señala que los salarios medios reales de la región cayeron en promedio -1,3% en 2015. Según los datos disponibles para ocho países al tercer trimestre de 2016 esta tendencia se estaría manteniendo este año, pues hay indicios de una baja de los salarios en el sector registrado o formal.

En cambio, los salarios mínimos reales registraron un aumento de 4,4% en promedio. En 14 de los 16 países con información al tercer trimestre de 2016 se observó un aumento, producto de esfuerzos por aumentar los salarios mínimos por encima de la tasa de inflación.

Los indicadores recopilados en 2016 comprueban que “en los últimos dos años se ha retrocedido en parte de los avances laborales que había logrado la región en la década previa”, según dijo Salazar.

“Aunque con diferentes combinaciones y grados de urgencia, los países de América Latina y el Caribe enfrentan un doble reto: por una parte, dar respuestas de corto plazo para mitigar los impactos sociales y laborales negativos de la desaceleración y retornar a una senda de crecimiento y, por otra, tomar acciones para enfrentar los problemas estructurales de baja productividad y de falta de diversificación productiva”, comentó Salazar.

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