Sistema pluvial: OSSE moderniza sumideros en Nueva Pompeya y acentúa operativos de desobstrucción de conductos en toda la ciudad

Sistema pluvial: OSSE moderniza sumideros en Nueva Pompeya y acentúa operativos de desobstrucción de conductos en toda la ciudad

Con la disposición de sumideros de boca más ancha y moderna estructura, Obras Sanitarias encaró en el barrio Nueva Pompeya (intersección de las calles Beruti y 14 de Julio) una serie de mejoras sobre el sistema pluvial que se orientan a potenciar la operatoria del tendido dispuesto para evitar anegamientos, sobre todo en episodios de fuertes lluvias en breves lapsos de tiempo como se vienen registrando últimamente.

Se trata de acciones concretas que complementan intervenciones ya realizadas por la empresa municipal en otros sectores, como las recientes registradas en las cuencas hidráulicas “Terminal” y “Centro”.

“Seguimos trabajando para poner en las mejores condiciones operativas toda la infraestructura pluvial. A la actividad que desplegamos con nuestros operarios a diario, con acciones de desobstrucción puntuales en bocas de tormenta o como las que se hicieron recientemente en las cuencas Terminal y Centro, le anexamos tareas como las que se observan en la intersección de 14 de Julio y Beruti. Allí se trabaja para dejar operativos a nuevo, y con una mayor longitud para el ingreso de agua, dos flamantes sumideros”.

De esta manera se pronunció el ingeniero Mario Dell Olio, presidente de OSSE, a propósito justamente de la actividad que en dicha intersección del barrio Nueva Pompeya se lleva a cabo. Se trata de la demolición de los dos sumideros existentes para reemplazarlos por otros nuevos, de 3 metros de boca (los otros eran de 2 mts), bajo una inversión propia de OSSE de $ 226.732,66.

Vale recordar que anteriormente y en varias oportunidades OSSE intentó llevar adelante esta intervención, junto con otras en diversos sectores de la ciudad, a través de una licitación global que integrara todos los trabajos. Como los procesos administrativos no prosperaron por falta de oferentes, se decidió ir avanzando en forma individual con cada una de las remodelaciones necesarias.

Ciertamente y con la intervención de la Cooperativa de Trabajo El Barrio en sus Puños (contratación bajo expediente 771 – P – 2018), hoy día se avanza con la  rotura y excavación de los dos sumideros originales para liberar los espacios y disponer luego las modernas estructuras con mayor capacidad para el ingreso del agua de lluvia.  Se prevé que toda la intervención en el lugar demande un plazo de 30 días.

“Los operativos preventivos y de acción directa sobre sumideros y bocas de tormenta los mantenemos a lo largo de todo el año –remarcó Dell Olio-. Este tipo de acciones no son otra cuestión más que un refuerzo que acentúa nuestras intervenciones. Sin embargo son muchos los desperdicios que van a parar a  las bocas de tormenta entorpeciendo el propósito original de mantener libres los sumideros. Arrojar basura en la vía pública no sólo compromete el escurrimiento de las aguas con los consecuentes episodios de inundaciones, sino que  implica un aporte negativo que contamina las playas”.

Más trabajos en diferentes puntos

Siempre en este sentido se confirmó desde OSSE que en el curso de esta primera semana de octubre, en un trabajo encarado por administración, se iniciará en el tramo que va por calle Malvinas Argentinas entre Garay y Primera Junta (7 cuadras del barrio Bernardino Rivadavia) un nuevo e intensivo plan de desobstrucción de pluviales.

Efectivamente se atenderá la extracción de sedimentos, escombros y residuos desde el interior de los conductos complementando lo que viene desarrollando la empresa sanitaria municipal en materia de mantenimiento general del sistema y que en las últimas semanas hizo eje, por caso, en las aludidas cuencas hidráulicas “Terminal” (contempla las zonas de Güemes, Lomas de Stella Maris, Los Troncos, Divino Rostro, General Roca, Plaza Colón y Estación Terminal Sur) y  “Centro” (abarcando Varese, Playa Chica, Alem y Playa Grande). Allí, los operarios del Área Pluviales retiraron en jornadas consecutivas de trabajo barros, botellas plásticas, restos de podas y objetos de uso personal, lo que posibilitó dejar despejada la operatividad de los conductos.

 

    A propósito del programa de desobstrucción aludido, se prevé  -como prioridad- accionar en sectores preestablecidos (además del mencionado sobre calle Islas Malvinas) como el de Aragón 5701 (unos 300 metros aproximadamente), Vértiz 6750 (350 mts), San Martín 3201 (400 mts), Juana Manso 1 (300 mts), 1 de Mayo 1601 (600 mts), P.P. Ramos 4599 (50 mts), Valentini 531 (400 mts) y Fitte 401, donde  se proyecta limpiar una extensión de 450 metros de cañería. Igualmente estos puntos de la ciudad, con una longitud global en el orden de los 3.750 metros, pueden llegar a ser reemplazados por otros durante el período de los trabajos, según se dispongan prioridades sobre el sector servido.

Paralelamente, durante esta semana OSSE estuvo trabajando en Estación Chapadmalal, en colaboración con la Delegación Municipal de Batán. Con el objeto de mejorar el escurrimiento de las lluvias se procedió, con maquinarias y personal propio, a limpiar y perfilar los canales a cielo abierto.

 La higiene urbana, un compromiso de todos

Vale recordar que, a la fecha, el sistema pluvial del Partido de General Pueyrredon cuenta con 338 kilómetros de extensión y 4755 sumideros, que, junto a sus accesorios, son supervisados y sometidos periódicamente a operativos de limpieza capaces de asegurar su correcto funcionamiento. Su principal objetivo es lograr un rápido escurrimiento del agua de lluvia. En zonas urbanas, esta misión implica que las precipitaciones sean captadas desde la superficie y evacuadas hacia las distintas cuencas geográficas e hidráulicas.  

El sistema pluvial tiene un rendimiento eficiente, acorde a la infraestructura hidráulica con la que se dispone en la ciudad. Pero aún así, pese a las mejoras que se introdujeron en la red de desagües, muchas veces el drenaje se ve obstaculizado por la gran cantidad de desperdicios sueltos que, tras ser arrojados en forma desaprensiva por los vecinos, se terminan acumulando en las bocas de tormenta e impermeabilizándolas.

La conclusión es sencilla: urge tomar conciencia de la importancia de cuidar la higiene urbana para evitar anegamientos y también para reducir el material de arrastre que llega a la costa. En síntesis, el compromiso ciudadano es el principio de la solución. O, dicho de otro modo: todo esfuerzo que realice el Estado resultará insuficiente si la comunidad no se compromete y toma conciencia.

En esa dirección, se debe evitar que la basura quede en calle y, a la vez, procurar que las instalaciones pluviales internas estén limpias y en buenas condiciones. Así se garantiza que el agua que precipita sobre la propiedad privada sea conducida sin obstáculos hasta el cordón cuneta.

El mantenimiento de canaletas, bajadas, rejillas y albañales, entre otros elementos, está a cargo de los propietarios, cuya responsabilidad radica en aminorar los riesgos de sufrir desbordes en el interior de las viviendas.

En ese sentido, es conveniente recordar que Mar del Plata cuenta con un sistema de desagües separativo, es decir, que la infraestructura pluvial y cloacal funcionan en forma independiente, cada una con sus propios conductos.

Sin embargo, esta realidad no siempre se replica en los inmuebles y, en consecuencia, el agua de lluvia acomete al desagüe cloacal. Como éste no está preparado para los enormes caudales que se generan por las condiciones meteorológicas adversas, las cañerías se saturan, soportan presiones y podrían terminar vertiendo los líquidos en los domicilios a través de rejillas o inodoros, con el riesgo para la salubridad que ello implica. 

Dadas estas circunstancias, se recomienda hacer revisar los desagües por personal idóneo y, en caso de advertirse que están vinculados, proceder a las reformas necesarias para separarlos.

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