En los sitios turísticos, los precios siguen de cerca la inflación

En los sitios turísticos, los precios siguen de cerca la inflación

Así se refieren en Pinamar al aumento de los comestibles: el mismo que el año último costaba $15, éste cuesta, 20; en Bariloche, los operadores aseguran que está más barato que en la costa

 Los habitués de Pinamar tienen un nuevo parámetro para medir la inflación: el "índice choclo". El mismo que el año pasado costaba $ 15, hoy se ofrece, con o sin manteca, a $ 20.

"Aumentaron de acuerdo con la inflación", dice Juan Martín Fragueiro Frías mientras toma unos mates en la playa junto a su mujer Felicitas y sus dos hijos pequeños.

Tal como lo imponen las últimas costumbres vacacionales de aprovechar los feriados puente de fin de año, las tres semanas que ellos suelen tomarse en verano para pasarlas en Pinamar o Cariló las repartieron esta vez entre la última de diciembre y la primera quincena de enero.

Lo saben: los precios, tal como pasa en Buenos Aires, acá también hay que buscarlos. Por eso ya cumplieron con esa primera misión que para muchos se volvió una fija del primer día de las vacaciones: tomar coraje y hacerse una excursión a alguno de los hipermercados de la ruta en busca de precios y de esa primera compra que sirva de base, para después ir tirando con escapadas al mercadito que se tiene cerca.

¿Cuánto gasta una familia tipo en esa primera compra? Juan Martín calcula que gastaron unos $ 1800. Eso sí: esas botellas de etiquetas que particularmente disfruta se las trajo de Buenos Aires. "Sin comer afuera, gastaremos unos $ 400 por día -dicen-. Ahora, si salís a comer afuera se te va el doble o más."

A Felicitas lo que le sorprendió fue el salto de precios de diciembre a enero, esperable en alquileres, carpas y sombrillas, pero no tanto con la comida. Le pasó con los churros: en diciembre, salían $ 5 cada uno. Pero ya en enero el mismo churrero los vendía a $ 8 la unidad.

Respecto de las carpas y sombrillas, el balneario Cocodrilo en Pinamar, por ejemplo, tiene prácticamente todo alquilado. Para una quincena, la carpa cuesta $ 11.400, mientras que la semana sale $ 5320 y el día $900. Para una quincena de sombrilla hay que desembolsar $ 5700 y por día $ 550. En el Parador Hemingway, de Cariló, una quincena de enero $ 6800, la semana $ 4500 y el día $ 600. Para hacerse de una sombrilla hay que pagar la semana 3500 y el día 400. Eso sí: las carpas ya se ocuparon todas.

Andrea Ortiz y Tamara Donchenko, que se quedarán 15 días en una casa que reúne a un mismo clan familiar, van a prescindir del alquiler de carpas y sombrillas porque les parece mucho gasto. Al ser muchos y con varios chicos tampoco comen en la playa: o vuelven al mediodía o se llevan la heladerita con sándwiches.

"Los precios los vemos iguales que el año pasado, pero con los incrementos lógicos del país", dice Tamara, en la puerta de la proveeduría del centro de Cariló. Andrea se suma a la charla: "Igualmente Cariló no es parámetro porque siempre fue un poco más caro".

Esa diferencia respecto de otras ciudades balnearias se refleja en los menús de los paradores: mientras que una porción de rabas se puede pagar en Pinamar unos $95, en Cariló cuesta $ 130, o en el caso de una hamburguesa completa a $ 88 en el primero y $ 116 en el otro. El clásico licuado se consigue a poco más de $ 50 en todos lados, una ganga si se lo compara con los $ 300 que se pueden llegar a pagar en Punta del Este.

MÁS AL SUR

Bariloche arrancó la temporada con precios entre un 20 y un 30% más caros que el verano pasado, pero aún así, según el secretario de Turismo municipal, Fabián Szewczuk, "por debajo de la costa atlántica".

Se puede conseguir una cabaña de tres estrellas para cuatro personas a partir de los $ 800 y una habitación de hotel de la misma categoría desde los $ 700. En la base del cerro Catedral la hotelería tiene descuentos importantes los meses de verano y más alejado del centro se pueden encontrar rincones increíbles de naturaleza con buen servicio de hospedaje por los mismos valores.

Los restaurantes o paradores en la costa de los lagos ofrecen menús desde los $ 120, licuados por $ 55, una gaseosa chica por $ 25 y una pinta de cerveza artesanal a $ 40.

Para disfrutar de la estadía, las actividades en el agua se llevan todos los aplausos, sobre todo si el termómetro supera los 25°, como este fin de semana. Alquilar una tabla que permite navegar los lagos sin posibilidad de perder el equilibrio y empujarse con un remo largo mientras se observa el paisaje de pie o arrodillado cuesta $ 150 la hora. En la bahía del lago Moreno, al pie del cerro López, el lugar es ideal. Allí está Agustín Palomeque y su equipo de Patagonia SUP que adentran a los interesados en la aventura de inmediato. "Es un deporte fácil que permite que lo hagan chicos de 7 años y grandes sin que tenga un requisito de una aptitud física mínima", explica Agustín. Esa aventura puede ir de 500 a $ 1200. Siempre se garantiza el equipo con traje de neoprene incluido y se puede ir en grupo.

Otra forma de disfrutar de los lagos es el tradicional kayak. En cada costa de los tres lagos que están dentro del ejido de Bariloche, hay empresas que alquilan la embarcación. En playa Bonita está Arum-co por $ 50 la media hora y $ 90 la hora. También ofrecen salidas de buceo. La excursión clásica por la isla Victoria y el Bosque de los Arrayanes que ofrecen Turisur y Cau Cau cuestan $ 520 para adultos y $ 260 menores. Para disfrutar de la montaña, el cerro Catedral, el principal centro de esquí de la Patagonia en invierno, se transforma en verano en un atractivo parque de montaña donde se puede realizar trekking, mountain bike en un circuito especial con diversas dificultades ($255) o simplemente un ascenso para contemplar el paisaje desde la cima hasta donde se llega en una telecabina por $ 215 los mayores y $ 170 los menores hasta 6 años.

DEMANDA MODERADA

Con 25% como promedio en los ajustes sobre el año anterior, el turista que llega a Mar del Plata tiene cálculos más o menos certeros del presupuesto de este verano. La variable de turno pasa ahora por lo que depare la demanda de alojamiento, que hasta el momento fue moderada.

Con los primeros números sobre la mesa, las familias empiezan a confirmar que cada día de veraneo para cuatro personas implica un gasto que oscila entre los $ 2500 y $ 3000 por día. "Esos números nos dieron incluyendo el alquiler de departamento -confió Luis Sosa, de Capital Federal, que con esposa y dos hijos completará la quincena en casa de familiares-. Es un ahorro que destinaremos a entretenimiento; casi seguro, teatro."

Mayores costos se traducen también en estadías más breves, que con suerte alcanzan los siete días, pero promedian cinco. Este primer fin de semana transcurrió con mal tiempo, pero con buena cantidad de turistas. Trabajaron por igual las pizzerías que garantizan un buen almuerzo y cena a razón de $ 80 a $ 100 por comensal como los restaurantes, que exigen un desembolso de $ 300 a $ 500 por cubierto, según sea almuerzo o cena, y la bebida que se consuma.

El reparo de una carpa cotiza desde $ 400 más 70 a 100 si es con estacionamiento. A partir de hoy se verá cuántos se quedan de los que desde el martes último le dieron a la ciudad un ritmo casi de pico de temporada. Celebrar el fin de año en la costa es una tendencia en alza y se reflejó en hoteles de cuatro y cinco estrellas casi completos, más fuerte demanda de alquileres hasta ayer. Hay departamentos monoambientes en pleno centro y para tres personas por $ 600 por día, $ 800 los de dos ambientes y $ 1000 los de dos dormitorios. Mejores ubicaciones llegan a triplicar esos valores.

En lo gastronómico, la variedad es inmensa. En una terraza frente al mar se puede almorzar o cenar pastas por $ 70, rabas por casi $ 100 la porción abundante. Parrilla libre desde $ 120 más bebida. ¿Café de sobremesa? Unos $ 22 a $ 24. El helado en el paseo por Güemes o el centro oscila entre $ 28 y $ 40, según sea cucurucho grande o chico.

Mar del Plata tiene muchas actividades gratuitas, desde recreación hasta recitales. Otras son imperdibles y hay que elegir porque todas tienen precio. Atraen los parques acuáticos con toboganes inmensos y piscinas, tanto como zoológicos y acuario. Cada una de estas salidas tiene entradas desde $ 70 a $ 120 por persona. Los menores, con suerte, a mitad de precio.

El teatro ya tiene casi toda la cartelera en marcha. Hay obras desde $ 160 hasta $ 350. La excepción es Stravaganza, que tiene platea VIP de $ 700 en el Estadio Polideportivo. "Una obra al menos vamos a ir a ver todos juntos", contaron Luis y Emilia Ludueña, de Mendoza, que tienen tres chicos. La salida implica no menos de $ 1000. "No le podemos errar porque es mucha plata para dos horitas", reconoce el jefe de familia..

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