"La situación del 2001 me parece que va a ser poco al lado de esto"

El empresario Carlos Diforti se refirió al grave contexto que atraviesa el rubro textil. "La parte económica va a ser muy difícil de remontar", sostuvo el dueño de Algoselan. Los trabajadores suspendidos están sufriendo un descuento del 25 por ciento en el salario.

Autor: Agustín Gigante

Producción prácticamente paralizada. Dificultades para pagar los salarios. Cheques rechazados. Deudas que se incrementan. A la crisis que el sector ya arrastraba, la cuarentena dejó tambaleando a la industria textil. “Es una situación que la del 2001 me parece que va a ser poco al lado de esto”, advirtió el empresario Carlos Diforti.

El dueño de la empresa Algoselan pintó un sombrío panorama del sector. “La parte económica va a ser muy difícil de remontar”, sostuvo, al tiempo que alertó sobre el temor al cierre de muchas fábricas textiles “no por voluntad propia sino porque no van a poder aguantar”.

De los 250 empleados, en Algoselan apenas trabaja un puñado de 15 a 20 personas confeccionando materiales especiales para uniformes y camisolines. “La producción es mínima. El resto de la gente está suspendida”, detalló. Sin embargo, sostuvo que en este contexto no tiene sentido volver a producir. “A nosotros no nos permiten abrir, algo que vemos bien porque todos estamos de acuerdo con priorizar la salud. Pero por más que pudiéramos hacerlo, ¿a quién le vendemos mercadería mientras no abran los comercios? La venta en promedio de los comercios textiles están hablando de un 15 por ciento”.

Por eso, el empresario estimó que “no podemos abrir la fábrica hasta que no abra el comercio. Y no sabemos cuándo va a abrir. Hoy hablaba con un cliente grande nuestro que tiene negocio en la calle Avellaneda. La Capital Federal parece que los iba a dejar abrir y ahora dieron marcha atrás. Ellos están absolutamente parados, van dos meses y cerraron talleres despidiendo a 100 personas porque no daban más. Ahora tienen el problema de dónde mandar a coser después, cómo hacer para confeccionar. Son un montón de problemas que se van juntando”.

Otro cliente de Algoselan, que tiene 60 sucursales en todo el país, está trabajando “a un 15 o 20 por ciento porque los negocios abren poco tiempo y no pueden trabajar los sábados. Los lugares donde se puede circular, circula la gente pero no la plata. Ellos tienen más de 700 empleados”.

“La situación es desesperante. La gente protesta porque no le alcanza la plata pero a nosotros se nos acabó el resto. Porque no son los gastos de personal solamente, hay un montón de cosas, principalmente de impuestos, proveedores, energía que te cobran igual si la usas o no. Está también el tema de importaciones, cosas que hemos comprado de repuestos que te llegan y, ¿qué vas a hacer? ¿Los vas a mandar de vuelta? Lo tenés que bajar y son gastos. Se hace muy difícil. Hay muchísimas cosas que están en danza”, explicó Diforti.

Para el empresario local, “comercialmente va a ser muy difícil de aguantar. Nosotros estábamos tratando de mantener todo, pero se hace difícil entre el personal, los impuestos, los servicios, los proveedores que son grandes. Los que te deben no te pagan y encima vos que pagaste con cheques que te habían dado la mitad vino de vuelta y tenés que volver a pagar. Es una situación que la del 2001 me parece que va a ser poco al lado de esto”.

La reactivación económica, una vez pasada la cuarentena, será compleja según visualiza Diforti. “¿Cómo hacés para pedirle a los proveedores un producto para arrancar si no le pudiste pagar lo anterior? Te tienen que refinanciar. Pero a la vez el proveedor está jodido porque está en la misma situación”.

En cuanto a los salarios, los trabajadores suspendidos están sufriendo un descuento de aproximadamente el 25 por ciento. En este punto, hay una disputa entre los gremios y las empresas para definir el acuerdo laboral a tener en cuenta. “El gremio textil hizo un acuerdo del 70 por ciento del neto. Y después salió el que hizo la CGT con la Unión Industrial que es del 75 por ciento del bruto. Es más o menos lo mismo porque la plata es la misma. Están reclamando los gremios ir a ese acuerdo de la CGT y desconocer el otro”. 

De todas formas, Diforti advirtió que “hay un montón de gente que no puede pagar a pesar de la ayuda del gobierno. Ya veníamos mal los últimos cuatro años, que fueron un desastre. El verano también fue malo. A la gente no le alcanzaba pero las industrias tampoco podían pagar porque no ganaban plata, estaban empatando o perdiendo hace bastante tiempo. Fíjate los balances, incluso de las alimenticias. Si perdían plata Molinos y Arcor, imaginate las textiles que no teníamos el volumen de venta que tienen ellos. Veníamos recontra mal y ahora con esto las empresas no tienen resto”.

Además, cuestionó la efectividad de los préstamos anunciados a baja tasa. “Uno saca un crédito por desesperación porque no le queda otra, pero cuando venga el vencimiento nadie sabe qué va a pasar”, advirtió.

“El banco te presta plata a regañadientes y no a todas. Te cobra el 24 por ciento, que parece que no fuera mucho si uno mira el contexto, pero la realidad es que es caro porque vos no estás produciendo nada. Todo te va sumando, te cobran sellados, gastos y un montón de cosas ocultas que después no se van a poder pagar. ¿Con qué lo vas a pagar si no estás fabricando? Además, no te lo dan a cinco años. Te lo están dando a 90 días el descubierto o a un año. Ya al mes tenés la primera cuota. No es la panacea. Te puede servir para los sueldos pero todo el resto es muy difícil”, sostuvo Diforti.

Por eso, estimó que el gobierno “va a tener que tomar algún incentivo cuando todo esto termine para empezar a recuperar empresas caídas. Sino, la desocupación va a ser muy grande y la pobreza va a aumentar muchísimo. No es un panorama muy bueno. En la parte sanitaria, creo que estamos todos de acuerdo que se hicieron las cosas bastante bien. Pero están estas otras consecuencias. Y con esto no digo que haya que abrir la economía urgente. Eso lo dejamos a criterio de los que asesoran ese tema”.

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Son las empresas textiles exceptuadas para producir de las 80 que hay en todo el distrito, según informó el presidente de la Cámara Textil de Luján.

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