Solo metalúrgicos y Smata recibirán algo de ayuda por parte del Gobierno en plena crisis

Solo metalúrgicos y Smata recibirán algo de ayuda por parte del Gobierno en plena crisis

Caída del empleo en industrias

 

Con hervores en su propia tropa, la CGT todavía busca cicatrizar heridas internas tras el 7M. El bloque de la CATT ya fijó fecha para el paro nacional, 4 o 6 de abril, mientras que las novedades que llegan desde el Gobierno respecto al pedido de “rectificaciones” son desalentadoras o esperables a rigor de critero.

En efecto, la Casa Rosada le hizo saber a la conducción de la central que respecto del sector industrial, sólo los metalúrgicos (UOM) y mecánicos (Smata) podrán recibir algún “salvavidas” de plástico para paliar la crisis, en tanto el resto de la industria nacional, calzados, textiles, curtiembres, alimenticias, deberán jugar a “suerte y verdad” con el mercado sin flotador alguno. Con este marco, desmenzuar quién o quienes son los responables de que el acto frente al ministerio de Producción se haya “desbandado”, configura una charla de café para expertos en la vida interna de los sindicatos.

Las conclusiones del informe UCA detonaron

el mito de la pobreza cero, aseguran gremios

El informe de la UCA respecto a datos sobre pobreza, indigencia y otras variables remarcó cuál es la preocupación de quienes asistieron a la movilización o la siguieron por los medios de comunicación. El titular de Ladrilleros, Luis Cáceres sentenció que fuera de toda discusión, los datos de la UCA “detonaron la caída del discurso oficial de pobreza cero de forma definitiva. Para la falange disidente de la CGT, “hoy los trabajadores están superando la línea de sus propios dirigentes”, expresaron desde la Corriente Federal (CFT) de Sergio Palazzo, Héctor Amichetti y Horacio Ghilini. En ese bloque Walter Correa (Curtiembre) consideró que ni siquiera “el trabajo conjunto de empresarios y trabajadores” logra zanjar la caída del empleo y el empobrecimiento de miles de familias. Patronales y gremio del calzado alertaron una vez más que es “muy grave” la crisis de ese sector, que afronta 4.500 despidos y más de 2.500 suspensiones en 2016. El diagnóstico es simple: “caída del consumo y apertura de importaciones”. La única salida para el sector que industrializa cueros y derivados “a esta altura un paliativo, es tratar de recomponer el mercado interno”.

 

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