"Tenemos la leche más cara del mundo y el precio más bajo para el productor"

Mariano Vidal de APLA explicó que desde 2014 el precio en góndola se disparó de 8 a 20 pesos mientras que en el tambo sólo aumentó de 3,30 a 5,40.

 

Desde mediados de 2015, la producción lechera tiene márgenes de rentabilidad negativos. En un principio fue por la crisis mundial. Hoy, pese a que el precio de la leche en polvo recuperó terreno en el mercado internacional, la producción sigue en crisis.

“Hoy la crisis internacional está resuelta. Lo que pasa es que los costos argentinos hacen imposibles que podamos exportar. No podemos competir en el mercado exterior. Hoy va todo al mercado interno. Cuando sobre un poquito de leche, el precio que se le paga al productor va a caer”, afirmó Mariano Vidal, sub Secretario De La Asociación Productores De Leche De La República Argentina (APLA).

El aumento que sufrió el litro de leche desde 2014 hasta hoy en la góndola supera ampliamente el incremento del precio por litro que se le paga a los productores. En los supermercados, la leche pasó de costar $8 a $20 y llevó el precio a uno de los más altos a nivel mundial. En tanto en la puerta del tambo el aumento fue de apenas de $2,10. Pasó de 3,50 a 5,40.

En ese marco, Vidal detalló que “al magro aumento del litro hay que sumarle el aumento de los costo que sólo con la devaluación del 2015 alcanzó un 60%”.

Los productores aseguran que el Estado nacional los deja librados a la lógica de oferta y la demanda dentro de un mercado cartelizado.  Ante ese combo propuesto desde el Poder Ejecutivo se suma la baja en la producción. En ese marco, Vidal explicó: “La realidad es que la producción argentina siempre sobraba y se exportaba. Lo que estamos produciendo ahora solo alcanza para el mercado interno y la industria te lo hace valer”

Según los estudios publicados por el INTA los productores pierden entre $0,70 y $1 por litro de leche. Por su parte, la calculadora de los productores marca que para que le negocio sea sustentable el litro en la puerta de los tambos se tendría que pagar entre $6,50 y 6,80.

La industria lechera enfrenta un futuro incierto. La rentabilidad negativa anula la posibilidad de inversión y de amortización de la maquinaria. Ante ese escenario no alcanza con subir el precio del litro de leche si no se modifica la estructura productiva. 

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