Textiles de Luján, en pie de guerra: “A Awada le recontra conviene el tema de la importación”

Textiles de Luján, en pie de guerra: “A Awada le recontra conviene el tema de la importación”

La apertura de las importaciones se hace notar en el sector textil en todo el país, en particular en el distrito de Luján por ser el principal polo de tejido plano del país. Ignacio Lopolito, secretario adjunto de la Asociación Obrera Textil (AOT), delegación Jauregui, dialogó con REALPOLITIK sobre el reclamo que mantienen trabajadores y empresarios de la zona. “Pareciera que al gobierno no le importa, hablan de ser competitivos, con el manual de economista neoliberal”, comentó el gremialista.

RP.- ¿Cómo está el sector textil en Luján?

Está pasando por la crisis relacionada a la situación nacional de la industria, por la apertura de importaciones, donde entra mucho tejido plano de afuera y eso se traduce en la baja productividad, algunas suspensiones, despidos, acuerdos, retiros y todo lo que implica.

RP.- ¿Esto en qué momento comenzó?

Un año atrás, en enero del año pasado teníamos un padrón en Luján con más 1.890 afiliados y ahora hay 1.340. O sea que hubo durante todo el año una baja de casi 500 compañeros que fueron perdiendo su trabajo por un montón de motivos, entre otros el cierre de tres fábricas chicas, dos de tejeduría y una de servicios que es el urdido y el encolado.

Hay que tener en cuenta que esto afectó a las fábricas medianas también. Las más grandes en Luján tienen 340 operarios después las demás son de 220, 140, 120. Después son galpones, tejedurías con diez obreros, quince; las que cerraron con una o dos personas, esas son las más perjudicadas, las pymes más chicas.

RP.- ¿Pero hace unos meses se hizo más visible el reclamo?

Sí, el 14 de diciembre del año pasado hicimos una marcha trabajadores y empresarios juntos, con el acompañamiento de varios sindicatos en Luján. La manifestación fue frente a la municipalidad, como un llamado de atención desde el distrito hacia todo el país. Es decir, nosotros somos la voz cantante de lo que está pasando.

Obviamente desde el gobierno nacional se ha hecho oídos sordos a todo esto, el intendente dice que habló con Mauricio Macri de la situación pero aparentemente no le hizo caso en nada. Y hace unos días, en la sesión extraordinaria del Concejo Deliberante donde se trataba el Código de Ordenamiento Urbano, logramos que se trate sobre tablas un proyecto de emergencia textil que lo hicimos los trabajadores junto con los empresarios. El proyecto se sometió a votación sobre tablas y se aprobó por unanimidad. Lo que llama la atención también es que el bloque de Cambiemos votó por unanimidad a favor y con esto está reconociendo que la industria está pasando por una gran crisis. Quienes no la reconocen son María Eugenia Vidal y Mauricio Macri.

RP.- ¿Con Juliana Awada han tenido contacto, por pertenecer al rubro y ser cercana al gobierno?

Que tenga conocimiento no, eso lo tendría que hablar con los representantes en Capital Federal. Pero a ella le recontra conviene el tema de la importación. Porque todo producto importado, lo que viene de afuera es con mano de obra esclava o con bajísimos salarios, muy explotado todo. Hay empresarios importadores y como ellos tienen talleres de confección les conviene conseguir la tela de afuera o traer la prenda hecha y ponerle el nombre “Awada”.

RP.- ¿Cómo sigue el reclamo?

Por lo pronto el 7 de marzo vamos a participar de la marcha que se va a hacer al ministerio de Producción, donde textiles de todo el país van a marchar también. Después vamos a seguir trabajando con los empresarios acá definiendo otra estrategia y ver qué se puede hacer. Sabemos que el problema es nacional, en Chaco también se está pidiendo la emergencia textil.

Pareciera que al gobierno no les importa, hablan de ser competitivos, con el manual de economista neoliberal.

RP.- ¿Cuánto representa el sector en Luján?

Somos uno de los sectores más grandes del distrito, el principal polo de tejido plano del país, sabaneria, camisería, etcétera. Para dar una idea, el hecho de suprimirse las horas extras para que no se despida, solamente representaba dos millones de pesos.

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