Timbreo sanitario: Larreta lanza un ejército a la calle por el coronavirus

Timbreo sanitario: Larreta lanza un ejército a la calle por el coronavirus

Todo el gabinete tiene un instructivo para salir a difundir prácticas de prevención. El lunes fue récord el número de consultas telefónicas. La mesa de contingencia para auditar la crisis. 

Por GONZALO PALESE.

“Si viajaste a un país donde circula el virus o tuviste contacto con algún enfermo, llamá gratis a la línea 107 o hacé tu consulta por WhatsApp al chat de la Cuidad”. Esta y otras frases repetirán este martes por la tarde ministros y funcionarios de segundas y terceras líneas de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta cuando recorran los barrios porteños en el marco de un timbreo de emergencia organizado para difundir prácticas de prevención ante el avance del COVID 19, conocido popularmente como coronavirus.

El pedido de sumarse a la campaña de prevención se hizo extensivo a legisladores y otros organismos autónomos del Estado. Además de explicar maniobras de prevención, los funcionarios porteños deberán peinar las comunas para detallar los síntomas que presentan quienes sufren coranvirus e informar a vecinos sobre qué está haciendo el Gobierno porteño para controlar la epidemia.

Larreta recibe un reporte diario de su ministro de Salud, Fernán Quirós, con quien se mostró públicamente cuatro de los últimos siete días. En la Ciudad siguen la línea y los pasos del gobierno de Alberto Fernández: ambas carteras de salud comparten la misma información y diagnóstico merced a la buena relación entre Quirós y Ginés González García, que se conocen desde hace años y hablan sin intermediarios desde antes del 10 de diciembre de 2019. Dicen que "no hay grieta" y trabajan a dúo, como les inculcan Fernández y Larreta. El tema y la gravedad del asunto los obliga a esquivar cualquier diatriba política: el número de consultas telefónicas sube y el de personas aisladas por prevención, también.

Desde que la crisis escaló, se registran un promedio de de mil a 1.500 llamados diarios al 107, la línea gratuita del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME). Este lunes, saturada por la jornada dramática en los mercados producto del avance de la epidemia, la línea gratuita experimentó un récord de más de 3.000 llamados. 

El coronavirus atraviesa la gestión: ministerios y secretarías recibieron autorización para aplicar licencias de ausencias extraordinarias, permisos que ya fueron ejecutados porque hay trabajadores del Gobierno porteño que, al regresar de sus viajes a los países en riesgo, se les notificó que no deberían asistar a su puesto laboral por 15 días. Es el período que se estima para confirmar si hay síntomas de coronavirus. En paralelo, funcionarios del Ministerio de Salud porteño irán el miércoles por la tarde a la Legislatura para brindar una charla a todo el personal.

Quirós lidera una mesa de contingencia en la que se reúnen distintos infectólogos de los hospitales porteños, como Patricia Angeleri (Piñero) y Eduardo López (Gutiérrez), entre otros. De allí salen las política públicas y la coordinación con otras áreas gubernamentales, además de los informes de prevención que en la tarde de este martes recitarán los funcionarios porteños en los barrios.

Además, como en cada crisis porteña, se elaboró una especie de gabinete paralelo y acotado: los ministerios de Salud, Educación y Desarrollo Humano y Hábitat están en diálogo permanente por ser las áreas más comprometidas con el desarrollo de la epidemia. A través de la coordinación de estas estructuras, se ejecutó la resolución que indica que los alumnos de escuelas porteñas que viajaron a países en riesgo (China, Corea del Sur, Japón, Irán , Italia, España, Francia y Alemania) no asistan a clases durante los 15 días posteriores a su regreso.

Según pudo saber Letra P, tanto la Casa Rosada como la Jefatura de Gobierno se preparan para pasar de una primera etapa de contención del virus a la siguiente fase: el primer contagiado que no haya viajado al exterior. Es el proceso que se replicó en todos los países y podría ocurrir de un día a otro, por eso la insistencia de los gobiernos en torno al pedido de aislamiento de quienes viajaron en los últimos días.

En rigor, aún se está en la primera etapa del coronavirus: no hay circulación local porque los casos reportados únicamente remiten a personas que viajaron, se contagiaron en el exterior y, a su regreso, se mantienen en cuarentena y no han contagiado en la Argentina. El grado de ascenso del COVID 19 se puede ver también en la comunicación oficial: primero se reclamó que quienes experimentaban algún síntoma se dirigiesen a centros de salud, ahora se pedirá que se queden en sus casas.

Hasta el cierre de esta nota, según cifras oficiales, hay más de 70 personas en cuarentena, pero que no poseen síntomas. Son casos de estudio que se examinan tras activar el protocolo, como sucedió con la pasajera italiana que fue asistida por el SAME en un hotel céntrico, como informó Letra P. Esa mujer, por intermedio de la embajada de su país en la Argentina, está en un departamento frente al Hospital Italiano y deberá seguir en aislamiento durante quince días. Por el momento, no presenta síntomas de COVID-19.

Hay tres grupos: casos confirmados, contactos estrechos de esos casos (que no tienen síntomas) y aquellos que presentan síntomas deben realizarse estudios. En este último grupo, se analizan los síntomas de los casos sospechosos. Por ahora, algunos se descartaron por gripe común y 10 dieron positivo. El número de infectados en Argentina asciende a 17 al cierre de este artículo.

Sin embargo, cada caso es particular: el segundo contagiado, el joven asesor de un diputado porteño opositor, viajó al exterior con su pareja. Su pareja fue sometido a estudios, se activó el protocolo y, finalmente, el resultado fue negativo.

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