Todos contra Cambiemos: El Congreso del Evita y la versatilidad del massismo

Todos contra Cambiemos: El Congreso del Evita y la versatilidad del massismo

El congreso del Movimiento Evita demostró que el peronismo intenta cerrar filas de cara al 2017 y destapó la crisis que atraviesa el Frente Renovador, dividido desde el balotaje. ¿Podrá Sergio Massasostener la alianza con María Eugenia Vidal sin que se le desbande la tropa? El neoliberalismo como enemigo comienza a limar las contradicciones secundarias.

RENOVADORES QUE DIJERON PRESENTE

El quinto Congreso Nacional del Movimiento Evita, que se llevó a cabo en el camping de UPCN en La Plata, aglutinó a personalidades del peronismo de distintas vertientes. Si bien estuvo presente Emilio Pérsico, referente nacional de movimiento, quien ofició de anfitrión fue Fernando “Chino” Navarro, referente bonaerense del Evita que en junio de este año dejó el bloque del FpV en la Cámara de Diputados provincial para integrar el bloque Peronista para la Victoria.

El alejamiento de Navarro del bloque que respondía estrictamente a Cristina Kirchner, y el corrimiento de los diputados nacionales posteriormente, fue el primer paso para delinear un armado que, sin título pero con gran revuelo, se dio a conocer este fin de semana. Y es que los otrora “traidores”, según los denominara gran parte del arco kirchnerista, se mostraron en UPCN por encima de los rótulos partidarios con un objetivo en común: combatir al gobierno de Mauricio Macri.

Los enrolados en el Frente Renovador que dijeron presente en el congreso fueron Héctor Daer, diputado nacional, titular del gremio de Sanidad a nivel nacional e integrante del triunvirato cegetista; Felipe Solá, diputado nacional y otrora gobernador de la provincia de Buenos Aires durante la presidencia de Néstor Kirchner; y Facundo Moyano, diputado nacional y titular de SUTPA, aunque hace pocos días anunció su alejamiento del sindicalismo. 

PERONISMO DE TODAS LAS VERTIENTES

Si bien la gran noticia fueron los renovadores, también es de destacar la presencia de varias vertientes del peronismo. Verónica Magario, intendenta de La Matanza y referente del Grupo Fénix, un armado de intendentes bonaerenses que no son el cristinismo puro pero se siguen denominando kirchneristas, dijo unas palabras frente a la militancia y elogió el crecimiento de la organización. Magario es, además, titular de la Federación Argentina de Municipios, una estructura que el macrismo no pudo asegurar, por lo que  decidió “paralelearla”. Allí confluyen todos los municipios de la Argentina, aunque en los hechos sólo tienen protagonismo los comandados por intendentes peronistas.

Quien también estuvo en UPCN fue Gabriel Katopodis, integrante de otro grupo de intendentes. Cabe recordar que Katopodis, intendente de San Martín, tuvo un breve paso por el Frente Renovador, pero regresó al FpV en 2015 y fue uno de los pocos jefes comunales que logró retener su municipio. Katopodis integra el Grupo Esmeralda, con Martín Insaurralde a la cabeza. El Esmeralda mantiene un tironeo con el Fénix, ya que reconocen el poderío de Magario pero no quieren quedar en la cola de las listas. Su lejanía de Cristina también los define: los “esmeraldos” creen que es tiempo de dejar atrás los pisotones de La Cámpora y no quieren que una pluma de arriba defina las listas del año que viene. Además, apuestan por que la ex presidenta no sea quien encabece el peronismo bonaerense.

Juan Manuel Abal Medina, Jorge Taiana, Leonardo Grosso, Remo Carlotto, entre otras variadas figuras del peronismo, también pasaron por UPCN. Lo llamativo de Magario y Katopodis es que empieza a verse el resultado de la reunión que los jefes comunales del PJ mantuvieron en Lobos en octubre, en donde acordaron la unidad, aunque pueda haber internas en las primarias.

CERCANÍAS

Ahora bien, la cercanía entre integrantes del massismo y del PJ (sean o no del FpV) no se dio este fin de semana por primera vez. Sergio Massa tiene en sus filas posturas disímiles, y eso quedó claro tanto el año pasado, cuando muchos FR apoyaron abiertamente a Daniel Scioli, como este año, cuando el devenir macrista comenzó a cerrar filas en su contra.

No es la primera vez que Facundo Moyano se muestra cercano al Evita. El 16 de septiembre, en un homenaje a los desaparecidos de La Noche de los Lápices, el hijo de Hugo Moyano se mostró junto a Leo Grosso. Facundo también estuvo con referentes del Evita, y de otros movimientos sociales, en el Salón Blanco de la Cámara de Diputados de la Nación a fines de octubre, para apoyar la declaración de emergencia social. Como parte, aún, de la CGT, Facundo Moyano marchará el 18 de este mes para pedir por dicha ley.

Tanto Facundo Moyano como Héctor Daer, ambos del riñón sindical, apoyaron la ley antidespidos en Diputados, frente a la mirada indecisa de Massa, que casi ve eclosionar su bloque por los distintos intereses en juego.

Felipe Solá, por su parte, fue un férreo opositor a Macri en plena campaña de cara al balotaje. Soládefenestró al actual presidente en distintos programas de televisión (cosa que sigue haciendo) y hasta mantuvo reuniones con integrantes del PJ antes del 22 de noviembre, cuando Massa insistía en la neutralidad.

No podemos perder de vista, tampoco, que Massa compartió un acto con Leonardo Nardini(intendente de Malvinas Argentinas por el FpV) o que Malena Galmarini compartió una misa por Eva Perón con Gustavo Menéndez (intendente de Merlo, integrante del Grupo Esmeralda). Tampoco hay que perder de vista a José Ignacio De Mendiguren, ex titular de la UIA y hoy diputado nacional por el FR, quien también tira sogas para con el PJ, consciente de que una elección divididos es un regalo a Cambiemos.

¿LA TERCERA POSICIÓN?

Sergio Massa insiste en mantener una tercera posición, pero la polarización entre el campo popular y el macrismo se lo impide. Los representantes del campo, en su mayoría, están alineados con Cambiemos, siendo ellos los únicos grandes beneficiarios de las políticas que impulsa Macri. Massa, por otra parte, tiene en sus filas a industriales y a sindicatos, que han visto sus intereses seriamente afectados con los nuevos gobernantes.

Massa podía ser una opción mediadora entre el kirchnerismo y el macrismo, pero este esquema lo deja parado en un lugar peligroso: o estás de un lado o estás del otro, y así es que Massa corre el riesgo de quedar como un estrecho aliado de Macri (y sobre todo de Vidal, por los acuerdos que mantienen en Buenos Aires) a no ser que empiece a pensarse como algo más que parte de una “oposición responsable”.

Si el massismo confluye con el PJ, lo cual a nivel nacional va a ocurrir en la movilización del 18 de noviembre al Congreso, a María Eugenia Vidal se le complicaría la estabilidad que hoy mantiene en la Legislatura, en donde los renovadores suelen levantar la mano por ella.

Pero no sólo Massa en sí mismo complica la unidad. Los sectores más férreamente K, que no asistieron al acto del Evita, también ven con malos ojos el menjunje peronista. Mientras los extremos se miren con recelo, Vidal estará tranquila.

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