La CGT toma distancia del paro convocado por Hugo Moyano

La CGT toma distancia del paro convocado por Hugo Moyano

Carlos Acuña, uno de los dos jefes de la central obrera, criticó al camionero y condicionó la adhesión a la protesta del 30 de abril

 

Héctor Daer y Carlos Acuña, los dos jefes que tiene hoy la CGT , tomaron distancia del paro general convocado por el líder camionero Hugo Moyano y las tres vertientes de la CTA para el 30 de abril próximo.

"No sé si lo mejor es hacer un paro ahora o seguir trabajando rumbo a las elecciones, sin hacer que la gente pierda días de trabajo. Hacer paros constantemente es complicar el trabajo de la gente", manifestó Acuña en declaraciones a radio El Destape.

Acuña, que responde a Luis Barrionuevo , fue además muy duro con Moyano: "Lo vi suspender un paro por lluvia. Yo participé de la lucha contra los militares. No me quedé en Mar del Plata sentado tomando mate".

Los gremios disidentes de la CGT, que anidan bajo el liderazgo de Moyano, junto con las CTA, convocaron a una protesta para el martes 30 en rechazo del rumbo económico de la gestión de Mauricio Macri. Tanto Acuña como Daer lo interpretaron como un desafío o una manera de presionarlos para apurar una medida de fuerza de la central obrera.

Acuña reaccionó con críticas a Moyano. Daer, por ahora, guarda silencio, aunque en su entorno aseguraron que no llamarán a sumarse a la protesta y que tomarán distancia del reclamo activado por Moyano. "No se pondrá a debate en el consejo directivo, tal vez se trate con la mesa chica. De todos modos, la decisión está tomada: no vamos a parar el 30 de abril", dijeron a LA NACION fuentes inobjetables de la CGT .

Sin proponérselo, Moyano y sus laderos de la CTA les facilitaron el embrollo a Daer y Acuña. Cayeron con críticas feroces contra la conducción de la CGT por escaparle a la huelga, pero también contra los gremios del transporte por no prestar servicios el 1° de mayo, en reclamo del alcance del impuesto a las ganancias.

Decididos a no abrir el debate orgánico, Daer y Acuña resolverán con la mesa chica no sumarse a la convocatoria de Moyano. Se impone hasta el momento en la cúpula de la central obrera una postura más dialoguista y no hay unanimidad para romper los puentes con el Gobierno.

Encarnan esta posición más afín al oficialismo un sector de "los Gordos" (grandes gremios de servicios), los independientes (estatales de UPCN y AySA y la Uocra) y el puñado de gremios que responden a Barrionuevo, que no es la primera vez que talla en la interna gremial para frenar una escalada de conflictos contra la Casa Rosada.

Los dos jefes cegetistas, además, no creen conveniente activar una huelga a dos semanas de haber destrabado el reintegro de $13.000 millones para las obras sociales sindicales y en plena negociación para determinar quién ocupará la cabeza de la agencia de tecnología médica que proyecta crear el Gobierno y que tendrá como uno de sus objetivos reducir los amparos judiciales que disponen la cobertura de servicios no previstos por el Programa Médico Obligatorio.

Mientras Moyano busca aliados para reforzar el paro que activará a espaldas de la CGT, Daer y Acuña le tendieron un puente al ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, para intentar reflotar el proyecto oficial sobre blanqueo laboral, que había quedado la semana pasada empantanado por segunda vez en el Senado.

Se abrió ahora una negociación entre los gremios, Sica y Daniel Funes de Rioja, representante de los empresarios, para explorar una salida de las diferencias sectoriales en lo relativo al cómputo de los aportes patronales no realizados y el pago de esa deuda. Se acordó el viernes pasado no llevar el proyecto a la comisión laboral del Senado hasta que estén zanjadas estas posturas. Por eso, una comitiva de la CGT postergó hoy su presencia en el Congreso.

"Hay predisposición para avanzar con el proyecto de blanqueo laboral", dijo un sindicalista sobre el proyecto de ley que busca regularizar algunos de los casi 5.000.000 de trabajadores que están hoy en la informalidad.

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