En poco tiempo les podrían cancelar la deuda a los ex trabajadores de la Embotelladora Comahue SA.

Se trata de la planta embotelladora de las bebidas Interlagos y Pepsi, que dejó sin empleo a 84 trabajadores.

El juez de la quiebra, Diego De Vergilio, declaró en su reciente resolución la admisibilidad de todas las indemnizaciones pendientes.

Si bien se dispuso la cancelación de la deuda cuando se realice la licitación pública, desde los gremios descreen de la viabilidad de la maniobra.

En su resolución, el juez de la causa, Diego De Vergilio, también resolvió declarar “verificado” un crédito a favor de la AFIP por una suma total de $41.257.210,02.

Pero, además, consideró “admisibles” los $15.711.427 que la empleadora tendrá que pagarle a Río Negro Fiduciaria SA.

Cuando se venda la planta

De acuerdo a la disposición judicial, cuando la planta se venda por licitación, los extrabajadores serán los primeros en recibir el dinero.

El monto es lo que les corresponde cobrar por en concepto de las indemnizaciones, incentivos y aguinaldos adeudados que deberían cobrar los ex empleados.

En el informe general se desglosa crédito por crédito a favor de los empleados.

Los trabajadores de la Embotelladora Comahue, a poco de resolver su indemnización.

Allí figuran todos, incluidos los dos trabajadores que tomaron la planta para conservar sus puestos.

La ex fábrica Interlagos vale más de $269 millones, pero la deuda con los empleados es de cien millones de pesos.

El valor de la planta se deduce de en un inventario que confeccionó el síndico designado, asistido por un enajenador y tasador externo.

A pagar la deuda

La deuda contraída por el empleador representa algo así como el 36% del precio de base que fijó el juez para la venta del conjunto de los bienes ($269.422.200) que se realizará a través de una licitación pública.

En este sentido, no hubo observaciones ni impugnaciones en cuanto al capital que les corresponde a los obreros.

El valor de la indemnización se desprende de una relación laboral que se extinguió a causa de una quiebra.

Es por eso que la indemnización de los trabajadores se calcula en función de lo que dispone el artículo 247 de la LCT.

“Respecto de la conducta del empleador, los acreedores laborales nada dijeron», advirtió De Vergilio.

Por último, se indicó que la sindicatura tomó para el cálculo de los créditos laborales.

Así, para la mayoría de los casos es una remuneración bruta que es superior a la que denunciaron los propios trabajadores.

Desconfianza de los trabajadores

Por tratarse de una fabrica que no hace mucho estuvo en producción, la maquinaria e insumos está vigente, y eso motivó a la venta por unidad. Para que el proceso tenga mayor transparencia, el juez que maneja este caso, Diego De Vergilio decidió que se llevará adelante mediante una licitación pública.

Alejo Helgueta, titular de Sutiaga, y parte de los 84 extrabajadores a los que la empresa les debe dinero, se mostró escéptico. En declaraciones al diario Río Negro se preguntó:  “¿Quién va a venir a meter plata a una empresa quebrada?”.

“La mayoría lo pondría en un plazo fijo, como están las cosas hoy es improbable que se consiga toda esa plata junta”, se lamentó.

El sindicalista aseguró que la empresa no realizó los aportes sindicales durante “cerca de cinco años”, por lo que también son parte acreedora, pero “no privilegiada”.

El gremio debería cobrar más de tres millones y medio de pesos. Sin embargo, deberá esperar que se salden las deudas con  las diferentes entidades fiscales y proveedores a los que les debe la embotelladora.

“No creo nada”, dijo de forma categórica Pablo Leguizamón, ex empleado y uno de los impulsores de la frustrada conformación de una cooperativa.

Muchos exempleados tienen más de 50 años y pasaron toda su vida laboral en el interior de esta fábrica. “Se les dificulta mucho ingresar al sistema laboral, están capacitados para tareas específicas de la planta”, agregó.