A fines de 2016, luego de años de trabajo y esfuerzo, el Congreso nacional votó la ley de expropiación del hotel Bauen, símbolo de las fábricas y espacios laborales recuperados por sus trabajadores luego de la crisis del 2001, un tendal de cierres que cooperativas y grupos formados por ex empleados levantaron y en muchos casos sostuvieron de manera exitosa. Entra estas últimas se encuentra el hotel de la calle Corrientes, en pleno corazón de la Capital Federal, que con la ley creyó que finalmente cerraba una etapa. Pero el presidente Mauricio Macri vetó la norma que convertía al edificio “sujeto de expropiación”, y desencadenó una serie de malas noticias para la conducción. Esta semana, de manera sorpresiva, la jueza que tiene la causa de la quiebra del Bauen dictó una orden de desalojo, que al parecer se hará efectiva el 14 de abril, en Semana Santa. La noticia generó malestar entre los empleados, que prometieron “resistir con todo” el intento de terminar con esta experiencia laboral.

La orden de la jueza Paula Hualde estable que el viernes 14 de abril debe hacerse efectivo el desalojo de las instalaciones del Bauen, hoy empresa autogestionada por sus trabajadores, luego de la quiebra y abandono de sus ex dueños. La sorpresa de la medida no se centra sólo en lo anticipado de la fecha, sino porque ese día es viernes Santos, entá en medio de Semana Santa y es feriado nacional. La noticia cayó como un balde de agua fría para las 130 familias que dependen de este emprendimiento, que hasta el momento se mantuvo en pie gracias a la labor de sus trabajadores y el aporte solidarios de organizaciones sociales y gremiales.

“Vamos a resistir con todo”, le dijo a Gestión Sindical uno de los integrantes de la cooperativa. Por estas horas se está delineando un plan de lucha para evitar el desalojo, y convocaron a organizaciones sindicales y sociales a sumarse a la pelea. El espíritu de los empleados es sostener la lucha, “más allá de los amedrentamientos”. Para eso, trabajan en “una gran jornada de apoyo para el jueves 9, luego del paro de mujeres”. Si bien no están confirmados los detalles de la actividad, se busca generar una buena repercusión mediática, para intentar frenar el desalojo. “Es un golpe bien pensado, en una fecha que no nos permite avanzar con la presentación de una nueva ley en el Congreso, en medio de un feriado largo. Nada es casual”, agregaron las fuentes consultadas.

La ley de expropiación del Bauen se aprobó a fines del 2016 en el Senado, luego que un año antes tuviera media sanción de Diputados, impulsada por el legislador Carlos Heller. Pero a los pocos días, el decreto 1302/2016 vetó la norma. En sus argumentos, el texto afirma que “la expropiación generaban obligaciones sumamente gravosas para el Estado Nacional, favoreciendo exclusivamente a un grupo particularizado y sin traducirse en un beneficio para la comunidad en general”.

El hotel, ubicado en Callao y Corrientes, se constituyó en cooperativa de trabajadores luego del abandono empresarial tras la crisis de 2001 y hoy es el sustento de 130 familias. Hasta el momento, la estrategia de los trabajadores fue intentar volver a discutir la ley de expropiación, que al ser vetada en su totalidad obliga a que vuelva al Congreso para su análisis. Para rechazar el veto se necesitan el voto afirmativo de los 2/3 de ambas cámaras. El Grupo Bauen construyó con ayuda del gobierno militar, y al momento de dejar de funcionar bajo los empresarios se retiró sin pagar una deuda millonaria con el Estado argentino.