Cada creciente aporta al lago San Roque innumerables desperdicios que quedan flotando en el espejo de agua y que deben ser retirados de forma inmediata para evitar que terminen depositados en el fondo del embalse. Desde años, se lleva adelante una lucha constante para educar a vecinos y turistas en la importancia de cuidar los afluentes como el río Cosquín, el arroyo Los Chorrillos o el río San Antonio, pero las costas de Carlos Paz siguen llenándose de basura.

En el marco del Plan de Saneamiento y debido al afloramiento de cianobacterias y algas, continúan intensamente los trabajos de limpieza de los lugares más comprometidos de la cuenca. La semana pasada, se realizaron tareas de limpieza en la zona del puente de calle Bach en Costa Azul, el área céntrica y Playa Perelli y en el día de hoy, se trabajó cerca del Puente Uruguay.

Tras la fuerte correntada, se dejan ver cientos de botellas de plásticos que flotan y que han viajado varios kilómetros junto a troncos, ramas y plásticos de todo tipo de residuos. Pese a los esfuerzos, el cambio que se necesita es cultural y tiene que ver con la toma de conciencia sobre prácticas que deben ser combatidas por todos. Y es que las crecidas también arrastran heladeras en desuso, bidones de todo tipo, bolsas de consorcios y cientos de miles de botellas.

Esta mañana, se colocaron redes contención para limpiar los residuos y se apura el inicio de la obra de cloacas en los sectores de la ciudad que aún no cuenta con las redes domiciliarias. Además, el cierre del basural a cielo abierto y la puesta en funcionamiento del Centro Ambiental evita la contaminación de las napas subterráneas.

«Con la Provincia, estamos trabajando sobre el lago y analizando como impactó la creciente del día de ayer. Se utilizaron redes de contención de cianobacterias y se estuvo limpiando la zona para mitigar el impacto ambiental sobre el embalse»; manifestó el Secretario de Salud de la Municipalidad, Rubén López.