Dirigentes que ocuparon cargos de relevancia durante el kirchnerismo comenzaron una suerte de proceso de “purificación” luego de que el Frente Para la Victoria saliera derrotado en las elecciones de 2015. Vieron en ese pasado, un anclaje a la hora de continuar con sus carreras políticas.

La oportunidad para reconvertirse e intentar un nuevo desembarco en los máximos cargos ejecutivos parecen haberla encontrado en la figura del ex ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo.

A pesar de que a él no se lo rotula como “traidor”, el desplazamiento de la candidatura presidencial y su rechazo a la propuesta de la ex presidenta de ir por la gobernación en 2015 dejó una imagen actual de dirigente con convicciones por sobre los cargos y como uno de los pocos que pudo correrse de la “obediencia debida” y el “autoritarismo” de CFK. Ese gesto le brinda hoy un margen más amplio para enrolar adhesiones en su camino para erigirse como nuevo líder del peronismo, en principio en territorio bonaerense.

Entre los “traidores” o los “vetados” por CFK sí se encuentran, por ejemplo, los integrantes -antiguos y recientes- del Movimiento Evita como Fernando ‘Chino’ Navarro y Juan Manuel Abal Medina, quien fuera jefe de gabinete de Cristina Fernández los dos primeros años de su segundo mandato. Ambos, en los últimos días, dijeron explícitamente que Randazzo “es nuestro candidato”.

Julián Domínguez, quien llegó a ocupar el cargo de presidente de la Cámara de Diputados de la Nación después de su paso calve por el Ministerio de Agricultura luego del conflicto del gobierno con el campo, quedó desmarcado del kirchnerismo más puro al enfrentar y perder en las internas bonaerenses con Aníbal Fernández, que cada vez que puede le dedica algún desprecio. Durante el verano señaló que va a competir “más allá de lo que haga Cristina”. Suena, actualmente, como la figura a encabezar la lista de senadores del “randazzismo”.

Algunos intendentes tampoco quedaron al margen de esta calificación que emana desde el kirchnerismo. Uno de ellos es el jefe comunal de San Martín, Gabriel Katopodis. Sin dudas uno de los primeros y más férreos defensores de la renovación peronista bonaerense de la mano de Randazzo luego de la derrota de 2015 en la que él, sin embargo, retuvo el territorio.

Otro que entra y sale de ese encasillamiento es el ‘zigzagueante’ Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), principal candidato de CFK en 2013, que luego coqueteó con Sergio Massa para pasar a triunfar la intendencia de la mano del FPV en 2015 y crear al año siguiente el Grupo Esmeralda de intendentes que impulsaba al ex ministro de Transporte en lugar de algún candidato del kirchnerismo. La indefinición del ex ministro y los registros de que el ex gobernador o la ex presidenta conservaban mejores números en su distrito lo llevó a dialogar y mantener reuniones con las facciones más kirchneristas del peronismo para cuidar el pago propio. Una vez más, apoya los pies en ambos lados y apunta a un consenso de los sectores para ir a una lista de unidad.

Miguel Ángel Pichetto, jefe de bloque del FPV en el Senado, supo defender férreamente al kirchnerismo, pero finalizado el mandato de CFK primó su visión peronista y su ex jefa pasó a ser “el pasado” y el modelo a estar “agotado”. En los últimos días mantuvo dos reuniones relevantes de cara a los próximos comicios. Una con Randazzo, en la que aseguró y pareció respaldarlo: “está dispuesto a competir en las PASO”. La otra fue con Diego Bossio en lo que algunos vislumbran alguna intención de unir a las facciones de Massa y Randazzo, marginadas por el kirchnerismo.

Bossio, quien a principios de 2016 se desprendió junto a otros 15 miembros del bloque del FPV en diputados fue uno de los más criticados. Oscar Romero, que apoya a Randazzo, se convirtió en el jefe del Bloque Justicialista. Quien fuera titular del ANSES desde mediados de 2009 a fines de 2015, se mostró con ansias de ser uno de los re-fundadores del peronismo. En varias oportunidades estuvo cerca del tigrense, lo que mantiene al bloque en una suerte de división, pero no partido.

Sergio Massa, también titular del ANSES, pero durante toda la presidencia de Néstor Kirchner, y luego un año Jefe de Gabinete de CFK, es tal vez uno de los más fustigados por los K. Decidió hace tiempo apartarse del PJ y conformar su Frente Renovador. El proceso de renovación, una importante base de sustentación en la provincia, y el poderío latente del kirchnerismo sobre el sello del PJ, por momentos parece emparentarlo con el “randazzismo”.

Esta posible unidad que algunos vislumbran tiene otro fundamento. En la última y amplia reunión que mantuvieron los impulsores del “kirchnerismo sin Cristina”, los jefes comunales Leo Nardini (Malvinas Argentinas), Ariel Sujarchuk (Escobar), Gustavo Menéndez (Merlo) y la dupla matancera Verónica Magario-Fernando Espinoza por el Fénix; Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Juan Pablo de Jesús (Partido de la Costa) (¿integrantes?) del Esmeralda; y Jorge Ferraressi (Avellaneda) del Patria, junto a los máximos referentes K, Máximo Kirchner, Juan Cabandié, Andrés ‘Cuervo’ Larroque y Eduardo “Wado” De Pedro, dejaron en claro que integrarán a aquellos que saben que “no pierdan la elección y al día siguiente se van”.