Por: Christian López (Secretario General - SUTCA)

Esta pandemia, por lo menos en muchos países y especialmente en Argentina, muestra el estancamiento cultural, la paralización de muchos avances socioculturales, la falta de reflejo del sistema y por sobre todo la vejez del sistema en toda su estructura, Estructuras básicas, que siempre estuvieron cómodas y que supieron acomodarse ante cada cambio político y económico. Hoy vemos que ante esta pandemia carecemos de reflejos, de ideas innovadoras, pero nos sobra la improvisación como única herramienta y esto no es culpa de un gobierno o de una oposición, es una cuestión sociocultural por falta de políticas de Estado que hoy más que nunca nos refleja la realidad de nuestro país y de todas sus carencias en seguridad, salud, educación, prevención, ciencia y tecnología.

 La pandemia desnudó todo esto en menos de 30 días y también mostró la falta de reflejos de muchos políticos, dirigentes, empresarios y organismos, tal vez por falta de voluntad, por ser grupo de riesgo o simplemente por no entender la evolución de un mundo que hace mucho tiempo dejó de ser lo que era hace unas décadas atrás. La falta de un proyecto a largo plazo siempre fue algo inconcluso en nuestro país por omisión o complicidad de los políticos en general. Ver hoy a muchos políticos de hace 30 años atrás hablar de cuestiones económicas o de cómo administrar una cuarentena habla de la desidia en la clase política , ver a  algunos dirigentes sindicales que su propuesta más creativa y repetitiva en el tiempo es rebajar salarios en vez de ofrecer alternativas a favor de los trabajadores y del trabajo en general demuestra la falta capacidad y evolución dirigencial ,  ver jueces con más de 70 años ejecutando fallos sin entender la realidad social de estos tiempos habla de la poca visión colectiva de la justica y así podemos seguir en cada organismo o sector en general y aclaro esto no es una cuestión de edades es una cuestión generacional en la comprensión del mundo que avanza rápidamente, obviamente que hay personas de 50 0 60 años que en estos tiempos se adecuaron naturalmente, es ahí donde se ve la capacidad evolutiva del individuo.

En síntesis, todo esto habla de la falta de dirigentes modernos, de nuevos cuadros técnicos y generacionales que puedan llevar adelante proyectos y aportar ideas sólidas, efectivas e integrales aplicando tecnología y medios modernos para tener un Estado u organización que sea mucho más eficaz.

Es hora de replantearse la transformación en varias de estas estructuras, no por una decisión unilateral o vacía de fundamentos sino por varios hechos concretos: la pandemia en primera instancia, el avance tecnológico en segunda instancia y por último y la más importante la reconstrucción del país y la sociedad. Indefectiblemente el cambio es inevitable y debemos no repetir los mismos errores, ni las mismas formulas. Es hora de ser más amplios de verdad, de avanzar con los jóvenes en los lugares estratégicos  y empezar a implementar las modernización y digitalización en todo el sistema político, sindical, social como así también la actualización de nuevas leyes e inclusive la Constitución Nacional para poder legislar muchas cuestiones que tienen que ver con el avance tecnológico , la implementación de aplicaciones , plataformas virtuales , robótica  etc…

Con todo esto no planteamos tirar un “viejo” por la ventana, todo lo contrario, entender que la experiencia de algunos dirigentes con la capacidad de los nuevos dirigentes en aplicar  las nuevas tecnologías sin dudas lograra un sistema más eficaz y proactivo que puede generar un crecimiento importante en cada sector que entienda este tipo de fusiones.

En lo sindical sin dudas también será todo un desafío. Nosotros desde nuestra organización lo venimos trabajando hace un par de años y en la actualidad lo estamos implementando fuertemente no solo por la actividad que nos toca llevar adelante que es la SEGURIDAD PRIVADA, sino porque entendemos que es hora de empezar a organizar y planificar el mundo que vendrá después de que todo esto pase. Dejar de lado el papel, lo análogo, la burocracia de trámites administrativos, el tiempo de espera, etc... Esta será la evolución de las organizaciones sindicales y también pensar en una ley sindical nueva moderna que contemple todas estas cuestiones además de los nuevos trabajos y/o complementos virtuales tecnológicos, una ley que sea más federal, más amplia y que contemple la realidad de todas las regiones del país y por sobre todo de todos los trabajadores. Al igual que algunos Convenios Colectivos en nuestra actividad por ejemplo .Entender que hay ciertas cuestiones que no van más, no deben ser tomadas como un agravio personal o colectivo todo lo contrario a veces, innovar, crecer, mejorar y proyectar las organizaciones puede ser importante para poder estar parados de la mejor manera cuando todo esto cambie rápidamente así no nos encontrara improvisando en el momento. Del mismo modo deberá transformarse la política, los empresarios, algunas actividades e inclusive la vida cotidiana “reinventarse y transformarse  será el desafío”.