Transportistas y bancarios, decididos a encabezar el reclamo contra el Gobierno

Transportistas y bancarios, decididos a encabezar el reclamo contra el Gobierno

La estratégica Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y el gremio de los bancarios están decididos a encabezar desde hoy los reclamos en contra del Gobierno al rechazar las negociaciones salariales a raya y por considerar insuficientes las últimas modificaciones en lo relativo al impuesto a las ganancias.

En su sede de la avenida Jujuy, la alianza de transportistas resolverá paros sectoriales mientras negocia con las tres vertientes de la CGT una huelga general que podría ser antes de la primera quincena de junio. Entre los 22 adherentes a la CATT, la postura que hasta ahora se impone es la que el ferroviario Omar Maturano anticipó hace unos días a LA NACION: prevé una semana de conflictos continuados, con paros de trenes un día, de colectivos otro y así con el resto de las actividades.

Hay otra alternativa: convocar a un paro de transporte por 24 horas y dejar así abierta una puerta para las adhesiones. Eso fue lo que sucedió el 31 de marzo, en el último paro nacional que el sindicalismo activó en contra del Gobierno. Aquella vez se habían sumado las centrales opositoras de Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Pablo Micheli, aunque también habían participado abiertamente sindicatos vinculados a la CGT oficialista, que encabeza Antonio Caló.

En un intento de contener a los gremios aliados, el Gobierno anunciaría entre hoy y mañana dos acuerdos paritarios para escenificar cierta paz salarial. Se trataría de los albañiles de la Uocra y del Sindicato de Empleados de Comercio, que cerrarían una suba de entre un 26 y un 28% después de una negociación con el ministro de Economía, Axel Kicillof, según adelantó LA NACION el viernes pasado. La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que dirige Caló, sellaría mañana un trato similar y suspendería el paro de 36 horas con el que había amenazado. En las tres negociaciones hubo un punto clave para bajar las pretensiones gremiales: la cantidad de cuotas en las que se hará el aumento.

Así como los gremios oficialistas parecen dispuestos a aceptar subas por debajo del 30%, sucede todo lo contrario con los opositores. "No nos movemos de un aumento que tenga el tres adelante", se plantó Maturano. La misma postura tiene Roberto Fernández, jefe de los colectiveros de la UTA. Ayer, Fernández volvió a presionar. "El paro se aproxima porque la paciencia se acaba", advirtió el dirigente que hace unas semanas elogió a Mauricio Macri, principal rival del kirchnerismo por la sucesión presidencial.

Por las mismas cifras rondan los pedidos de aumentos de los gastronómicos de Luis Barrionuevo y de los camioneros de Hugo Moyano.

Dispuestos a no ceder su pelea contra el impuesto a las ganancias, los bancarios activarán hoy su segundo paro de 24 horas en lo que va del año. La semana pasada habían reducido la jornada laboral durante dos días. Exigen un 33% de alza salarial y la compensación de las quitas tributarias, como sucede con los empleados del Banco Provincia y del Banco Ciudad. En línea con los transportistas, Sergio Palazzo, el jefe gremial de los bancarios, presiona también para coincidir con las tres vertientes de la CGT en una huelga general. Palazzo, que tomó el poder del gremio ante la caída en prisión de Juan José Zanola, integró la CGT moyanista, pero se distanció "por diferencias políticas".

Otro conflicto que lleva semanas sin resolución es el de los trabajadores de la industria aceitera. La pulseada entre los empresarios y el gremio roza lo ideológico. La huelga lleva una semana y, según cálculos de fuentes del sector, se perdería unos 500.000 dólares por cada día sin actividad. El gremio pide un 42% de suba. Los reclamos hasta podrían llegar a la pista de ShowMatch, el programa de Marcelo Tinelli. Hasta allí pensaba ir anoche una tropa de docentes del Suteba para enrostrarle al gobernador Daniel Scioli las quejas por el retraso en el pago de los sueldos.

CALÓ PIDE UNA SUBA DE 32%

 

Incómodo de ser quien determine la paritaria testigo, Antonio Caló, jefe de la UOM y de la CGT oficialista, definirá hoy de manera informal la suba salarial para los metalúrgicos. "Queremos $ 8500 para el básico. Eso está firme. El porcentaje es alto [32%] porque los salarios son bajos", dijo previo a la reunión que tendrá hoy, a las 11, con Gerardo Venutolo, presidente de Adimra, la cámara empresarial mayoritaria.Plantado en el 32% de aumento para la categoría inicial, la UOM podría acordar un porcentaje menor para el resto de las escalas. Ya lo hizo en 2013. Caló desmintió anoche que le hayan ofrecido un 28% en dos cuotas, pero se mostró conforme si ese llegara a ser el número final para todas las categorías, excepto la inicial.

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